Pretender atajar el caos de las cercanías de ancho métrico emprendiendo una búsqueda de locomotoras usadas "dentro o fuera de España" es "un insulto a la inteligencia", una salida que se parece poco a una planificación "seria y rigurosa". El diputado de IU Ovidio Zapico, representante de la única fuerza política que acompaña al PSOE en la alianza por las infraestructuras promovida por el Gobierno del Principado, lamenta que la respuesta del Ministerio de Fomento a la necesidad de priorizar actuaciones de emergencia para paliar el caos de cancelaciones y retrasos de la red asturiana de la antigua Feve sea "decir que van a mirar a ver si hay algo homologado de segunda mano, los despojos" de otras redes para ponerse en manos de "un hipotético mercado de segunda mano..."

El lunes, en la constitución de la comisión mixta del Principado y el Estado para buscar salidas a la crisis de las cercanías asturianas, la parte estatal se ofreció a emprender "una batida dentro y fuera de España" para buscar locomotoras usadas homologables como solución transitoria hasta la llegada de las nuevas, prevista todavía para 2022.

A la vista de las respuestas, Zapico lamenta también que las reacciones constantes de quienes deben buscar remedios se limiten a "una sucesión de diagnósticos" cuando la valoración de los males de la red está, a su juicio, más que clara: "Es evidente, estamos hablando de una hemorragia diaria de pérdida de viajeros, cancelaciones, retrasos e insatisfacciones permanentes de la ciudadanía". El diputado urge además, a la vista de la persistencia de los problemas, la convocatoria de la alianza político y social por las infraestructuras asturianas, que no se ha reunido aún desde el relevo en el Gobierno del Principado y que a su juicio está pidiendo un encuentro para que "nos pongan al día".

Al estupor y a la crítica política se añadió ayer desde la derecha el exdiputado de Foro y candidato al Congreso de la coalición PP-Foro Isidro Martínez Oblanca. Considera el remedio de las máquinas usadas como "una ocurrencia" y un "retrato de la Asturias decadente que se conforma con limosnas discriminatorias con el resto de España". Se trata, a su juicio, de "una tomadura de pelo y una medida absurda" adoptada por un Gobierno "inoperante que con tal de dar sensación de cambio no es capaz de conseguir unos trenes dignos que, visto lo visto, cabe dudar que estén disponibles para 2022". Las cercanías ferroviarias, concluye, "no se pueden confundir con un trastero ferroviario de retales".