El sierense acusado de llamar a su expareja hasta diez veces diarias durante meses, a pesar de tenerlo prohibido por el juez que instruía un proceso por maltrato, aceptó en la mañana de ayer una condena de nueve meses de cárcel en el Juzgado de lo penal número 4 de Oviedo, por un delito de quebrantamiento de condena.

El acusado, defendido por Alejandra Cuadriello, podrá sustituir la pena por tres meses de trabajos en beneficio de la comunidad, dada la ausencia de antecedentes penales. La condena se suspende a condición de que no vuelva a delinquir en el plazo de cuatros años. Los hechos que iban a juzgarse se produjeron a lo largo de los primeros meses de 2018.