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Un juez elogia al personal del HUCA por forzar a una mujer a parir en el hospital

El magistrado subraya que el parto, que acabó en cesárea, "en modo alguno era de bajo riesgo" pese a la intención de la madre de dar a luz en su casa

Un juez elogia al personal del HUCA por forzar a una mujer a parir en el hospital

Los profesionales del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) actuaron con la máxima diligencia y con una responsabilidad "ética y jurídicamente irreprochable" cuando el pasado mes de abril determinaron que una mujer, que pretendía dar a luz en su casa, tenía que ser ingresada en el centro sanitario ovetense para garantizar que el alumbramiento llegara a buen puerto y evitar problemas en el recién nacido. Finalmente, la paciente reclamó analgesia epidural, necesitó hasta morfina a dosis bajas, y hubo de ser sometida a una cesárea.

El magistrado Miguel Á. Carbajo Domingo, titular del Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de Oviedo, se muestra muy contundente en sus argumentos. Su sentencia, fechada el pasado 10 de septiembre, es la respuesta a un recurso presentado por la embarazada y su familia, quienes sostenían que la indicación dada por el jefe de la sección de Obstetricia del HUCA y respaldada por el subdirector quirúrgico del hospital, que se tradujo en una orden de ingreso de una jueza ovetense, había "vulnerado los derechos fundamentales" de la mujer. La paciente estaba embarazada de 42 semanas y, cuando los sanitarios le indicaron que debía ingresar en el HUCA, ella "abandonó el centro hospitalario, sin regresar al mismo" -indica la sentencia-, pues pretendía dar a luz en su propia casa.

Según el juez, "nos encontramos ante un parto que en modo alguno era de bajo riesgo", ante lo cual la Administración sanitaria "optó por adoptar las medidas oportunas para preservar la vida y la salud del feto". El magistrado Carbajo tacha de "sumamente simplistas y reduccionistas" los argumentos del perito presentado por la mujer. En cambio, cubre de piropos a los profesionales del HUCA, cuya actuación califica de "diligente, profesional, ponderada, proporcionada, responsable y ética y jurídicamente irreprochable, anteponiendo, como no podía ser de otra forma, la vida y la salud del nasciturus a cualquier otro interés".

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