El magistrado José Antonio Seijas Quintana, que desarrolló la mayor parte de su carrera judicial en Asturias, fue el ponente de la primera sentencia del Tribunal Supremo que establece que la convivencia estable con una nueva pareja extingue el derecho al uso de la vivienda familiar tras el divorcio. Y fue además la última sentencia que firmó antes de colgar la toga para jubilarse a los 72 años, y con 45 de experiencia profesional a sus espaldas.
Seijas Quintana es un referente en materia civil. Suyas son sentencias tan importantes como las que normalizaron la custodia compartida siempre en interés del menor, los regímenes de visitas de abuelos a nietos y también la equiparación de una madre biológica y su pareja del mismo sexo (a efectos jurídicos).
Las críticas a la sentencia sobre el uso de la vivienda tras el divorcio fueron en algunos casos muy duras, llegando incluso a acusarle de castigar a la mujer por rehacer su vida. Pero él, desde el sosiego que siempre ha transmitido, lo aclaraba sin tapujos afirmando que está bien rehacer la vida, pero no a costa de otro.
