La despoblación en los pueblos entre otras causas, es una de las mayores problemáticas con las que se encuentran las zonas rurales en los últimos tiempos. Un asunto que golpea a los cerca de 8.000 municipios españoles y, como no, también se percibe en Asturias. Por ello, durante la jornada de ayer, más de cuarenta asociaciones de la región se concentraron en la primera edición del "Encuentro autonómico de asociaciones de ámbito rural", que tuvo lugar en Soto del Barco, para buscar soluciones que eviten la huida y el declive de los pueblos.

La conclusión por parte de un experto en la materia, como es el catedrático y escritor Miguel Ángel Santos, es que faltan líderes. "Hay pueblos con poca iniciativa. Hacen falta un líderes que hagan un diagnóstico de lo que pasa y que sirva para movilizar a la gente, que eleven la voz, se agrupen, exijan y participen, para eso hace falta valentía", expuso el malagueño. Fueron sus claves para tratar de que los ciudadanos cojan el mando en sus respectivas poblaciones en busca de, al menos, "minimizar los problemas".

Las condiciones que debe de tener un líder estarían asentadas "en la responsabilidad oral, tener estrategias inteligentes, ser perseverante y creativo. Tienen que hacer que no se olviden del pueblo", resumió. Y todo ello, recalcó, contando con el respaldo social para sacar a flote los momentos más delicados, un aspecto que le preocupa y que considera vital, ya que "si nos apoyamos unos a otros, la fuerza se dimensiona y es beneficioso en caso de caer en el desánimo".

En su conferencia, bajo el título "La participación, clave para la supervivencia de nuestros pueblos, ante el reto del despoblamiento", puso sobre la mesa varios ejemplos de cómo combatir esta problemática, tratando de ofrecer soluciones al alcance de todos los ciudadanos. Para ello utilizó la historia de uno de sus libros en los que un caballo viejo, perteneciente a una familia con poco nivel económico, se cayó a un pozo. Al no disponer de dinero para sacarlo del pozo decidieron echarle tierra encima para enterrarle y el caballo, lejos de rendirse, fue ascendiendo hasta acabar saliendo a la superficie. "La gente se va a encontrar muchos pozos en el camino, pero tienen que echar tierra para salir adelante", sentenció Miguel Ángel Santos.

Los asistentes, llegados desde todos los puntos de la región, no perdieron detalle de lo expuesto en su ponencia, poniendo, posteriormente, encima de la mesa, sus experiencias. Toni Pérez, de la Asociación Roblón de Coya (Boal) acudió a este encuentro ante la problemática de "la despoblación y el envejecimiento". A pesar de ello, se congratula por "el buen funcionamiento que tenemos en la asociación, aunque contemos con limitaciones", expuso.

Por su parte, la presidenta de Fórum Boal 3.000, Verónica Bermúdez, también fue en la misma línea achacando que "la gente está más desactivada por la edad, se dan por vencidos, falta un relevo generacional". También estuvo presente Roque Galcerán, de la Fundación Secretariado Gitano que en su caso, percibe mayores dificultades desde la zona rural a aspectos como "la sanidad, la escolarización o el transporte, menos accesible a nuestro alcance".

Con todos estos asuntos encima de la mesa Miguel Ángel Santos y el resto de los expertos en esta materia, trataron de buscar soluciones a corto y medio plazo para que los pueblos no se rindan en su intención de subsistir y busquen a sus particulares líderes.