El acercamiento de Ciudadanos al proyecto de Presupuesto del Gobierno socialista del Principado ha abierto brecha en los dos lados del tablero político asturiano. A medida que aproximaba a la formación naranja, la negociación separaba por un costado al Ejecutivo de Podemos y por el otro al PP de Ciudadanos. Mientras en un flanco el Gobierno y el PSOE cargan al unísono contra la "actitud" distante y remisa de la formación morada en la negociación presupuestaria, ayer también era posible escuchar a los populares clamar contra lo que entienden como una entrega gratuita del partido naranja en brazos del PSOE.

Las distancias las empezó marcando ayer la portavoz del Principado y consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, que siguiendo la vereda marcada el miércoles por la secretaria de Organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA) cuestionó "algunas actitudes" de sus antagonistas en el intrincado proceso de diálogo y búsqueda de acuerdos, de votos a favor o abstenciones para su Presupuesto. Censuró en concreto y directamente el proceder de Podemos, y lamentó sin citar a Ciudadanos que los morados "no vean tan cerca ese posible acuerdo como lo han visto otras fuerzas políticas".

Vías abiertas

Todas las vías de negociación siguen abiertas, remarcó ayer la consejera portavoz del Gobierno, y todo el esfuerzo comprometido en la búsqueda del único voto o la abstención que la suma del PSOE con IU necesita para llevar a puerto el proyecto del Gobierno. La coordinadora de IU de Asturias ratificó ayer el respaldo al Presupuesto socialista, pero sus dos votos añadidos a los veinte del PSOE no bastan, falta un apoyo o una abstención. El presidente del Principado, Adrián Barbón, repitió ayer que la fecha límite es el último día, el pleno del próximo jueves en el que la Junta votará las enmiendas de totalidad, pero "dos no pactan si uno no quiere", dijo ayer la portavoz de su Gobierno, reproduciendo palabra por palabra lo afirmado el día anterior por la número dos de la FSA. "Parece que Podemos se desentiende del futuro de Asturias y opta por el cálculo político y el tacticismo", había dicho anteayer Gimena Llamedo, que ve a los morados "ausentes de la negociación por voluntad propia" y los llama "incoherentes".

Podemos, que sigue vituperando un proyecto en el que no identifica respuestas para sus propuestas, utilizó su turno de ayer para reafirmarse en sus demandas y criticar la falta de eco que a su juicio tienen en el diseño presupuestario del Gobierno. La portavoz parlamentaria, Lorena Gil, reincide en que pretenden "la gratuidad de las escuelas infantiles para menores de tres años y de la atención bucodental, la reducción de las tasas universitarias en un 25 por ciento o medidas para atajar la lista de espera en dependencia". Plantean, subraya, proposiciones "razonables, asumibles, que suponen avances tangibles y que apenas alcanzan un 0,47 por ciento del Presupuesto total, pero que pueden cambiar la vida de miles de asturianos. La respuesta que nos dan es que apenas tienen consignación presupuestaria, ofrecen sólo un 0,01 por ciento del presupuesto como respuesta a estas propuestas". Sólo están de acuerdo en que "las negociaciones no han terminado", en que "hay margen para alcanzar un acuerdo destinado a la mayoría social". Las manos están tendidas, dicen desde los dos lados, pero hasta ahora no se perciben avances.

Cs, pendiente de Madrid

A todo esto, Ciudadanos ha visto los guiños que le ha hecho el Gobierno durante la tramitación parlamentaria del proyecto de cuentas y se ha aproximado a una abstención que espantaría el fantasma de la prórroga. El grupo parlamentario naranja informó ayer al comité ejecutivo autonómico de su decisión de no presentar enmienda de totalidad al proyecto presupuestario. A diferencia de Podemos, la formación ve en el diseño algunas de sus propuestas y en consecuencia entiende que sería incongruente proponer su devolución. Esta decisión, que garantizaría la aprobación de las cuentas, está pendiente de recibir el asentimiento de la gestora que dirige los destinos del partido. Mientras, el grupo prepara enmiendas parciales para mejorar el proyecto, entre ellas las que vienen del Ayuntamiento de Oviedo.

Ellos se aproximan por ahí a la abstención, pero al acercarse ven al PP soltar amarras. La portavoz popular en la Junta, Teresa Mallada, ve probado que Ciudadanos "es un partido sin rumbo en Asturias". A su juicio, se disponen a facilitar "la aprobación de los Presupuestos de Barbón a cambio de nada" y a dar sustento a "unas cuentas que siguen asfixiando a impuestos a los asturianos y que incrementan la deuda, en definitiva a unas malas cuentas que agravan la situación de nuestra región". La conclusión para los populares "es clara", reseña la diputada: "Si Ciudadanos apoya los presupuestos, será la muleta del PSOE y quedará demostrado que el PP es la única alternativa del centro derecha en Asturias".

De momento, así pues, y a falta del último arreón en la recta final de las negociaciones, el primer proyecto presupuestario de Adrián Barbón está reincidiendo en las viejas rencillas que el Gobierno de Javier Fernández tenía con Podemos y puede servir para realinear el espectro político asturiano. La minoría mayoritaria del PSOE y su apoyo en Izquierda Unida tenía dos opciones en la búsqueda de apoyos, mirar a su izquierda o apoyarse en Ciudadanos o incluso en Foro y de momento, sin que la partida haya concluido, son los naranja los que ven más "toques" suyos en el Presupuesto: una oficina de atracción de inversiones, más dinero para innovación o mantenimiento de carreteras, más de dos millones para digitalizar y modernizar la contabilidad pública?

El primer lance importante de la legislatura puede haber allanado el camino hacia la aprobación de las primeras cuentas de Adrián Barbón, pero sobre todo ha definido las reglas de la "geometría variable" que la composición de la Junta le permite buscar al partido que sustenta al Gobierno.