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El Principado ordenará el Sueve con un plan pionero que pretende prevenir los incendios

Medio Ambiente da el visto bueno a un proyecto que plantea quemas controladas para favorecer el crecimiento de los pastos y el uso ganadero

Un aficionado al parapente sobrevuela la sierra del Sueve. REP. E. S. R.

La Sierra del Sueve ha perdido parte de la superficie de sus pastos para dejar sitio a los matorrales. Los cierres, en mal estado, no aportan seguridad para la cabaña ganadera. Las pistas han ido degenerando o se han vuelto insuficentes. Los incendios han acabado con parte de la fertilidad de esta tierra protegida. Y el Gobierno del Principado de Asturias ha decidido actuar, antes de que sea tarde, en las 3.816 hectáreas de terreno que ocupa un espacio que comparten los concejos de Piloña, Colunga y Parres. Será mediante un proyecto pionero en la región y que prevé un ordenamiento silvopastoral integral de los montes compartidos por estos tres municipios. El plan es reordenar la sierra a largo plazo, en actuaciones escalonadas durante los próximos quince años.

El proyecto fue elaborado en el año 2018 por la dirección general de Montes e Infraestructuras Agrarias, y ahora la Consejería de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático, tras un año de trámites y "vistas las aportaciones recibidas en la fase de consultas", ha decidido que la actuación "no tendrá efectos significativos sobre el medio ambiente", con lo que, en términos generales, no es necesario someterlo a una evaluación de impacto ambiental. Solo se evaluarán, de forma puntual, aquellas actuaciones que pasen por la apertura o ensanche de nuevas pistas forestales. Y también habrá que presentar planes específicos, "con su correspondiente trámite ambiental", para las actuaciones previstas en las pistas de Busventosu, parte final de Sardea-Tardamañes, Busfrío, Vilar-La Espadaniella y Cabanario-Fondebía-La Raíz.

Entre las condiciones establecidas, habrá que tener en cuenta que las actuaciones "se realizarán entre el 1 de septiembre y el 15 de marzo, período que será obligatorio parar las que se hagan cerca de nidos de alimoche". El plan "se ha elaborado contando con la opinión de los ganaderos de los tres municipios", celebra el alcalde de Piloña, Iván Allende.

Con lo que "no solo se cumplirán las expectativas" de quienes explotan los pastos sino que se generará un espacio "más útil, más protegido y más seguro". Porque el proyecto plantea quemas controladas, mato a mato, que se ejecutarán cada dos años y sobre una superficie de 50 hectáreas de zonas de matorral. Habrá desbroces, respetando los espacios protegidos. Y también se prevé la construcción de seis mangas ganaderas y cuatro pasos canadienses. Al final, el plan persigue "reorientar la actividad ganadera y evitar el uso indiscriminado del fuego". Pero no convence a todos por igual.

La Coordinadora Ecologista de Asturias, que si bien ve necesario actuar en la sierra, advirtió en su momento de que el proyecto regional "adolece de una preocupante ambigüedad y evidencia una falta de verdadera planificación y compromiso en temas tan importantes para la conservación de los recursos naturales del Sueve como la gestión cinegética y la falta de regeneración de los bosques, la erosión y la matorralización del paisaje". Los conservacionistas alegaron así contra el documento. Solicitaron evaluar la necesidad de regular las visitas tras "la creciente masificación" de turistas, con el fin de evitar "el apelmazamiento y la erosión por el continuo pisoteo". Plantearon como "muy negativa" la apertura y reparación de pistas forestales; y, entre otras cosas, propusieron cerrar la Tejada al ganado y a los animales salvajes con el fin de garantizar la recuperación de los los 8.000 tejos con los que cuenta esta sierra, una de las más pobladas de Europa con esta especie.

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