La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sara Panizo, premio de investigación renal: "Hacemos malabares para sobrevivir"

La bióloga vinculada al HUCA recibirá de manos de la Reina emérita doña Sofía el premio de la Fundación Álvarez de Toledo por un trabajo para prevenir la pérdida de masa ósea en pacientes con problemas de riñón

Sara Panizo. MARA VILLAMUZA

Obtener un resultado relevante en investigación implica "muchas horas y esfuerzos", apunta Sara Panizo (Avilés, 1980), bióloga, graduada en la Universidad de Oviedo en el año 2002 y vinculada al servicio de Metabolismo Óseo y Mineral del HUCA. Acaba de ser reconocida con el premio "Luis Hernando" de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo. Un reconocimiento que recogerá el próximo febrero de manos de la Reina Sofía, presidenta honorífica del patronato de esta fundación. Los proyectos de esta avilesina en el ámbito de las enfermedades renales crónicas le permiten seguir trabajando en la búsqueda de biomarcadores tempranos de dos procesos antagónicos pero fuertemente relacionados, tales como la desmineralización ósea y la calcificación de los vasos. Panizo celebra el reconocimiento -"siempre hace mucha ilusión", afirma-, pero entiende que los recortes de los últimos años hacen "cada vez más difícil" sacar adelante proyectos y mantener el personal vinculado.

Tras finalizar sus estudios en la Universidad de Oviedo, en 2004 la avilesina recibió una beca de la Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca de la Generalitat de Catalunya (organismo encargado de la gestión de ayudas a la investigación) para realizar la tesis doctoral en la Unidad de Investigación del Área de Nefrología Experimental del Hospital Universitario Arna de Vilanova de Lleida. La mayor parte de esos resultados quedaron recogidos en su tesis, titulada "Mecanismos de calcificación vascular asociados a la uremia y al tratamiento calcitriol", por la que obtuvo una calificación de excelente cum laude.

Panizo es ahora uno de esos talentos retornados por los que lucha el Gobierno del Principado con su programa "Margarita Salas". Tras una primera etapa en Cataluña, en 2010, de nuevo en Asturias, se unió como investigadora posdoctoral al servicio de Metabolismo Óseo y Mineral del HUCA. En estos años ha tenido además la posibilidad de participar en catorce proyectos de investigación y en 2017 el Instituto de Salud Carlos III le concedió su primer proyecto en el ámbito de la salud como investigadora principal. El pasado 2019 logró su segundo trabajo como investigadora principal, reconocido ahora con el premio "Luis Hernando" de la Fundación Renal. "Es el reconocimiento al trabajo que mis compañeros y yo realizamos día a día. Anima mucho, porque para tener un resultado relevante dedicamos muchas horas y esfuerzos", razona. Ella agradece, sobre todo, el apoyo de su equipo. En el área de Metabolismo Óseo, Vascular y Enfermedades Inflamatorias Crónicas del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (ISPA) trabaja de la mano del doctor Jorge B. Cannata Andia y los investigadores Julia Martín, Adriana Dusso, Natalia Carrillo, Cristina Alonso, José Luis Fernández y Manuel Naves, Laura Martínez y Beatriz Martín.

Panizo da prioridad a los avances logrados y aunque los premios son para el grupo "un aliciente y una ayuda", los recortes de los últimos años han puesto en peligro el mantenimiento de los equipos y las líneas de trabajo. Del último reconocimiento, dice, que les "ayuda a seguir avanzando". Y poniendo el foco sobre el estado de la investigación no solo en el Principado, sino en el ámbito nacional, la avilesina es tajante: "Necesita más fondos. No puede ser que proyectos o líneas de investigación se tengan que parar por falta de dinero". A su juicio, los investigadores se ven obligados a "hacer malabares para sobrevivir; todos los años empiezas igual: ¿qué me pasará el próximo 31 de diciembre?". Esa es la eterna pregunta que le surge cada inicio de año pese a los reconocimientos.

Este 2020 comienza con la ilusión del premio de la Fundación Renal, una entidad que funciona desde 1982, fecha del segundo aniversario del fallecimiento de Íñigo Álvarez de Toledo, un paciente con insuficiencia renal y en tratamiento de hemodiálisis durante los últimos cinco años de su vida, que se dedicó intensamente a la lucha por la mejora de las condiciones de los enfermos renales. Por ello, uno de los principales objetivos de esta fundación es aportar nuevas soluciones a los enfermos. Sus premios de investigación suponen un impulso al conocimiento y la ciencia en este ámbito. Lograron el empuje definitivo con la creación del Instituto Reina Sofía de Investigaciones Nefrológicas.

El trabajo premiado de Panizo permite afrontar un nuevo desafío en los pacientes renales. La presencia de calcificaciones vasculares, explica la investigadora, se asocia con la aparición de problemas cardiovasculares muy graves, como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad vascular periférica. "Actualmente no existe tratamiento y cuando se detecta ya no se puede revertir. De momento lo que se puede hacer es la prevención, evitar todo aquello que sabemos lo favorece". De ahí, agrega, "la importancia del diagnostico precoz". Ese es ahora el foco de su investigación.

Compartir el artículo

stats