Vuelven los robosEn esta ocasión la víctima fue un joven gijonés que tenía su equipo de pinchar discos en un domicilio de su propiedad en Lugones. El equipo estaba valorado en unos 5.000 euros y el propietario sospecha que la sustracción es obra de "un conocido que pasaba por un mal momento" y al que dejó quedarse "unos días" en su casa.

El joven no había podido desplazarse hasta Lugones a raíz del confinamiento por la propagación del covid-19, lo que le impidió vigilar su propiedad. "Estuve casi un mes sin poder ir y cuando llegué me faltaba el equipo, que me costó un gran esfuerzo conseguir", afirma. Tras echarlo en falta, acudió a denunciar la sustracción. Sin embargo, apunta que aún no sabe nada de las pesquisas. "Solo dos personas sabían que lo tenía ahí. De momento la Policía no ha venido por casa a mirar si hay alguna prueba", lamenta.

Su disgusto por el robo es grande y afirma que, si se lo devuelven, quitará la denuncia. "No tengo ninguna mala fe, pero me han quitado algo que para mí es importante. Como si le cortas las manos a un músico", concluye.