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El Gobierno pone el turismo asturiano como ejemplo frente al cambio climático

Un plan nacional proyecta cambiar el modelo de sol y playa por el gastronómico, cultural, de ocio y rural

El Gobierno pone el turismo asturiano como ejemplo frente al cambio climático

El modelo turístico asturiano, centrado en la mayor parte del territorio en los atractivos gastronómicos, deportivos, culturales, de ocio, rurales y de aventura, es un ejemplo a seguir para afrontar la lucha contra el cambio climático. Así lo entiende el Ministerio para la Transición Ecológica y el Cambio Climático, que, sin citar explícitamente a Asturias, sí adelanta la necesidad de buscar alternativas al turismo de sol y playa, y pone como modelo el que ya existe en buena parte del Principado.

El Ministerio lo hace al explicar los contenidos del borrador del plan nacional de adaptación al cambio climático (PNACC) 2021-2030, que será el instrumento de planificación básico para afrontar los efectos del cambio climático en España durante la próxima década. Incluye apartados dedicados al turismo, la industria, la biodiversidad, la salud, el sector primario, el urbanismo y el patrimonio cultural, entre otros.

En el ámbito turístico, la línea de acción se orienta a "reformular el modelo turístico vigente", buscando modelos que sean "sostenibles" y que tengan en cuenta "las capacidades de carga ambiental y climática de los destinos", señala el Ministerio. Esta línea puede contribuir a la "renovación integral del turismo español, en algunas zonas afectadas por la obsolescencia, y a su revalorización y proyección innovadora", añade. El departamento que encabeza Teresa Ribera explica sus objetivos: "En un país muy orientado al turismo de sol y playa, la diversificación de la oferta turística constituye una de las estrategias que pueden incrementar la resiliencia del sector". Focalizar parte del turismo hacia "los territorios más vulnerables" y evitar desarrollos "espontáneos" y "poco planificados" son otras metas.

El Ministerio apunta ideas como diversificar las actividades económicas; cambios de actividades turísticas (por ejemplo, de turismo de esquí a turismo de montaña); redistribuir los flujos turísticos a zonas más templadas o menos saturadas (de zonas costeras al interior), y favorecer la disminución de la estancia media y la desestacionalización en destinos de sol y playa.

Más: potenciar "otros" turismos: "gastronómico, deportivo, cultural, de ocio, rural...". Y también "promover destinos y productos de turismo de naturaleza sostenible". Para ello aboga por "reforzar la colaboración entre las administraciones públicas y el sector privado".

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