La pandemia de covid-19 ha dejado "un pueblo roto por el dolor" que quiere rendir un homenaje permanente a los fallecidos por la enfermedad. El presidente del Principado, Adrián Barbón, expresó ayer el compromiso de que el Principado organizará un homenaje que suponga un "recuerdo permanente" por los fallecidos, para que dentro de cien años los asturianos puedan recordar y valorar "el sentimiento de todo un pueblo, el sentimiento conjunto de la humanidad, que se reconoció en su propia debilidad y tuvo que salir adelante".
Barbón pronunció estas palabras en el acto institucional que se celebró en las escaleras ante la sede de la Presidencia, con las banderas a media asta y con crespón, en el inicio de los diez días de luto decretados por el Gobierno central en memoria de los fallecidos por el covid-19 (más de 300 en Asturias). Barbón aseguró que "cuando sea posible" organizará "un acto para el reconocimiento que se merecen las víctimas", que se celebrará "con asistencia ciudadana en condiciones de seguridad sanitaria". Acompañado de la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; la presidenta de la Federación Asturiana de Concejos, Cecilia Pérez; el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, y los portavoces de los grupos parlamentarios. El Presidente apeló nuevamente a la prudencia pese al descenso de contagios: "Es importante no bajar la guardia", dijo, ya que el coronavirus es "un asesino silencioso que se contagia fácilmente y que por desgracia mata".
Los minutos de silencio y homenaje se sucedieron en distintos puntos de la región, siguiendo el protocolo del luto oficial.
Ediles, empleados municipales, agentes y vecinos se suman al homenaje
Era obligado y tardamos en hacerlo", dijo el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, quien también trasladó el recuerdo "a los que quedaron descolgados del trabajo". "Este es un día triste tras casi tres meses de muchos días tristes", dijo. La Corporación y los trabajadores municipales de Oviedo también celebraron su minuto de silencio.
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El homenaje en Gijón se produjo al mediodía en la plaza Mayor. El inicio del luto coincidió con un Pleno municipal, de modo que asistieron, con mascarilla, la alcaldesa, Ana González y los portavoces municipales. Un grupo de vecinos se sumó al momento de recuerdo.
Un centenar de personas y la Corporación al completo se congregaron en El Parche de Avilés y concluyeron el minuto de silencio con un largo aplauso. Actos similares se celebraron en el Hospital San Agustín y en la sede de la Autoridad Portuaria.
También hubo homenaje en todos los concejos de las Cuencas, e incluso el Pleno de la Mancomunidad del Valle del Nalón arrancó con un minuto de silencio. En Langreo se concentraron la regidora, Carmen Arbesú, y la plantilla municipal. En Mieres, una veintena de personas acompañaron al alcalde, Aníbal Vázquez, y a otros miembros de la Corporación.
El Ayuntamiento de Siero y el de Villaviciosa exhibieron sus banderas a media asta. Concejales, agentes de la Policía Local, la Guardia Civil y de Protección Civil se congregaron guardando distancia social en Villaviciosa. El alcalde de este municipio, Alejandro Vega, disculpó su ausencia por el fallecimiento de un familiar, coincidiendo la hora con el funeral. También estaban representantes de distintas entidades y asociaciones locales y vecinos, informan A. ILLESCAS y V. ALONSO.
En Cangas de Onís el recuerdo a las víctimas se celebró en las escalinatas del_Consistorio, con asistencia de concejales y trabajadores del Ayuntamiento. Las banderas de la Casa Consistorial ya ondean desde hace días a media asta en ese municipio, según informa J. M. CARBAJAL.
Los actos de homenaje se repitieron en numerosos concejos y localidades por toda la geografía asturiana.
