"Arbitraria e injusta". Así consideran los titulares de puestos de venta ambulante, la mayoría de ellos autónomos, la suspensión de los mercados semanales de las principales capitales de concejo del Noroccidente asturiano con el fin de evitar contagios por coronavirus. Una de las portavoces, la castropolense Andrea González, asegura que esta decisión "deja casi en la ruina a muchas familias, que están indignadas". Según indica, los puestos de alimentación "tenían producto para las próximas semanas y, de repente y sin posibilidad de hacer nada, nos dicen que los mercados no se celebran". Los afectados se quejan además de la "imprecisión" de muchos ayuntamientos "que no saben ni cómo defender su decisión y por qué no autorizan un mercado al aire libre y sí se puede comprar en un supermercado". Además, señalan que se "estigmatiza" a los empresarios de este sector y también al concepto de mercado en la calle. "Y esto no es una fiesta, se trata de familias que viven de vender mercancía de primera necesidad", indica otro afectado, José Francisco Díaz. "En La Mariña, que es la zona damnificada, hay mercados al aire libre y en el Occidente de Asturias no; de verdad que no se entiende", señala. "Que en julio nos paren de esta forma porque les da la gana, no tiene sentido", añade.

Otra empresaria, María del Mar Díaz, anima a los ayuntamientos a pensar en soluciones y diseñar un protocolo como el activo en el mercado de Vegadeo antes del brote de A Mariña. "Se desinfectaba el camión antes de entrar, había pasillos de ida y de vuelta y mascarillas y gel hidroalcohólico disponible", dice Díaz, quien ya tiene estimada la caída de ingresos mensual sin los mercados del Occidente, un 75%.