La Junta Directiva de la Federación de Asociaciones de Padres de alumnos de Asturias (FAPA) manifestó ayer su inconformidad con algunas de las medidas que la consejería de Educación prevé tomar el próximo curso en los colegios asturianos para frenar cualquier posibilidad de contagio de covid-19. La FAPA teme que este protocolo resulte generalista y no establezca criterios claros a seguir por parte de los centros.

Entre las medidas instauradas para el próximo curso se encuentran la implantación de jornada continua en los centros, el recorte de cada sesión a los 45 minutos, la ausencia de actividades escolares o el establecimiento de recreos separando los diferentes grupos. La preocupación principal de las familias es la salud y por ello están de acuerdo con todas aquellas prevenciones que sean necesarias para garantizar un seguro desarrollo de las clases. Sin embargo, la FAPA cita que estas "son insuficientes" y que la falta de unas regulaciones claras puede establecer diferencias entre los centros a la hora de instaurar las medidas.

La eliminación de las actividades extraescolares supone la mayor inquietud para la Junta Directiva, una regulación que, según ellos, afectará sobre todo a los más pequeños. Consideran que las actividades extraescolares son uno de los lugares principales de socialización de los estudiantes y eliminarlas supondría "vulnerar los derechos del alumnado". Además, las actividades extraescolares suponen una ayuda para los padres de la que ahora carecerán, pues permiten ampliar el número de horas que permanecen los niños en el colegio, evitando así tener que buscar familiares o a otras personas que los puedan cuidar.

La Federación de Padres está conforme, sin embargo, con que se abogue por una educación presencial, debido a que las clases online o semipresenciales requieren un esfuerzo mayor por parte de las familias y muchos estudiantes ni siquiera disponen de los medios necesarios para participar en las lecciones que se imparten por medios telemáticos.