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Joel García: "La conservación viaria no puede depender de las coyunturas económicas"

La conclusión de la AEC es que las carreteras españolas, y con más motivo las asturianas, ni son seguras, ni son verdes, ni están conectadas. Además, uno de cada diez kilómetros presenta una situación "muy deficiente, incompatible con una movilidad verde y segura". Y el déficit de conservación en las carreteras españolas se sitúa en 7.500 millones de euros. Necesitan, por lo tanto, una urgente inyección que evite que el actual "deterioro superficial se convierta en estructural" y las reparaciones se hagan inasumibles. El problema es que en la actual coyuntura, en plena crisis a causa de la pandemia, la AEC teme que la inversión en conservación de carreteras baje aún más. De ahí que el director general de la AEC, Jacobo Díaz Pineda, haya instado a las autoridades a que dejen de dar "palos de ciego".

La solución propuesta por la AEC es la que ya han adoptado 23 países europeos: "el pago por uso", lo que posibilitaría "una financiación propia, global y sostenible", independiente además de la coyuntura económica de cada momento.

Esta es, precisamente, una posible solución al mal estado de las carreteras que puso hace unos días sobre la mesa el presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon), Joel García. "Me limité a señalar que hace falta abrir un debate sobre cómo abordar la conservación de las carreteras. Hay que encontrar una fórmula, un modelo de financiación, el que sea, y en la mayor parte de los países europeos han optado por el pago por uso", añadió. Joel García resaltó que un estudio del Principado señala que, para su adecuada conservación, las carreteras asturianas necesitarían que se destinara cada año el 3 por ciento del presupuesto autonómico; esto es, unos 130 millones de euros en la actualidad. Pero se invierte mucho menos. "Y ese gasto tiene que ser fijo, no puede estar supeditado a las coyunturas económicas", añadió.

García destacó que las conclusiones del informe de la AEC y las manifestaciones de sus dirigentes han venido a corroborar su posición y la necesidad de abrir ya el debate sobre el mantenimiento de las infraestructuras públicas. Considera que no sería de recibo haber gastado "tantos millones para construir carreteras y luego, por no conservarlas, tener que volver a destinar otra vez más millones para reconstruirlas".

La auditoría de la AEC ha revelado otros datos de interés sobre las carreteras españolas. El déficit de mantenimiento ha incrementado las emisiones "un mínimo de 25 millones de toneladas de dióxido de carbono en la última década". El estado del pavimento obtiene la peor nota en 20 años. Hay que renovar 374.000 señales, el 72% con el reflectante caducado. Es necesario repintar las marcas viales en 38.500 kilómetros de carreteras. Las barreras metálicas experimentan una tímida mejora. El balizamiento empeora, aunque sigue gozando de buena salud. Y el déficit de inversión en las carreteras españolas se incrementó un 5,7% desde hace dos años.

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