Apelando directamente al Gobierno de España y al resto de las comunidades autónomas, Adrián Barbón dejó ayer un recado que decía, al menos de palabra, que "a nivel nacional tienen que empezar a acostumbrarse a escuchar la voz de Asturias". "Asturias tiene que empezar a hacerse escuchar". El presidente del Principado remataba así el rechazo del Principado a la convocatoria del programa de Reindustrialización y Fortalecimiento de la Competitividad Industrial 2020, también conocido como "Reindus", recién aprobado por el Ministerio de Industria y de cuya formulación el Ejecutivo autonómico discrepa "abiertamente".

Impelido por la sombra de la sumisión a los dictados de Moncloa que siempre le recuerda la oposición, Barbón promete que "estaremos de acuerdo cuando beneficie a Asturias. Si no, lo diremos abiertamente". Ésta es una de las ocasiones en las que no comparten las condiciones de un programa de ayudas cuya nueva convocatoria restringe la cuantía a un máximo de 800.000 euros por proyecto. "En ninguna de las anteriores", resaltó ayer la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), "existía un límite máximo", así que esta nueva imposición pone trabas por cuanto "en las anteriores, dos tercios de los proyectos apoyados superaban esa cifra, llegando en Asturias a recibir apoyo uno de 16 millones". La patronal critica además el retraso en la aprobación del programa, previsto para el 16 de junio, y concluye que "más que contribuir al desarrollo de la industria, parece que pretende poner trabas".