El viento cálido procedente de la Meseta, unido a la "huida" de la borrasca Ellen hacia las islas británicas, fue la causa de que Asturias viviera ayer una jornada de bochorno, plenamente playera, con temperaturas que se dispararon hasta a rondar en algunas punto de la región, como la Cuenca del Caudal, los 34 grados, precisamente la que se debe superar para el aviso amarillo por altas temperaturas (el aviso naranja se emite cuando se superan los 37 grados, y el rojo cuando se registran más de 40 grados).

Las predicciones de los meteorólogos se cumplieron casi al pie de la letra. Habían augurado que el viento de componente Sur procedente de la Meseta gobernaría la jornada, lo que significa mayores temperaturas que cuando hay vientos de otros puntos cardinales. Pero hay un añadido que provoca aún más calor: cuando el aire sureño supera la Cordillera y se viene abajo (son unos mil metros de descenso) aumenta la presión barométrica y, en consecuencia, se calienta aún más.

Pero es que, además, la borrasca Ellen, que permanecía asentada ayer en zonas del océano Atlántico no muy alejadas de Galicia y que suavizaba las temperaturas también en Asturias, ha avanzado en las últimas horas hacia el Norte y afectará ya durante la jornada de hoy, sobre todo, a Irlanda, según apuntó ayer el delegado en Asturias de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel Gómez. Todas esas circunstancias, unidas, provocaron que las temperaturas alcanzaran ayer valores muy elevados en Asturias, incluso para esta época del año.

Fueron 33,9 grados los registrados en Mieres, la máxima regional, seguida de los 33,6 de Piloña, los 32,8 de Oviedo, los 32,6 de Amieva y los 32,4 de Cabrales. El aeropuerto de Asturias registró una máxima de 32 grados, por los 31,8 de Gijón y Salas, los 30,3 de Castropol y los 30 grados de Avilés y Cangas del Narcea. Ya por debajo de los 30 grados se situaron las temperaturas en lugares como Llanes (28,8), Pola de Somiedo (28,6) o Cabo Busto (27,5). Esas temperaturas coincidieron con las previsiones que habían hecho en los días anteriores los meteorólogos de la Aemet.

Ángel Gómez explicó que los vientos de cierta intensidad de componente Sur, como los registrados ayer, provocan notables aumentos de las temperaturas en Asturias y el resto de la cornisa cantábrica.

El calor provocó llenazos en las playas asturianas. En Gijón, en concreto, las altas temperaturas volvieron a llenar los arenales urbanos de la ciudad hasta el punto de que tanto San Lorenzo como Poniente tuvieron que poner el cartel de "completo" durante buena parte de la tarde, y no se permitió la entrada de más bañistas, debido en gran parte a que poco después de las cinco y media la pleamar dejaba a la mitad el espacio con arena.

El llenazo dejó la playa de El Arbeyal, situada más al oeste de la ciudad, como única opción para los bañistas en una jornada en la que se volvieron a ver largas colas a las puertas de San Lorenzo para sofocar el calor con un chapuzón.

El delegado en Asturias de la Aemet avanzó que durante la jornada de hoy cesarán los vientos de componente Sur y las temperaturas volverán "a la normalidad". La previsión es que ya no se superen los 30 grados en ningún punto de la región. Estará cerca Cangas del Narcea, donde se prevén unos 28 grados, mientras que habrá 26 en Llanes, 25 en Langreo, 24 en Navia y 23 en Oviedo, Gijón y Avilés.

Según la Aemet, mañana el cielo estará nuboso o muy nuboso con lluvias, algo más persistentes en el extremo oriental de la región. Puede haber brumas matinales. Las temperaturas mínimas ascenderán ligeramente en el Oriente, y y descenderán en el resto, de forma notable en la mayor parte de la región. El viento cambiará radicalmente: será flojo del norte en el litoral, mientras que en la cordillera y los Picos de Europa será más intenso y del Suroeste.