En la Feria del motor de Gijón participaron más de 10.000 personas este mes de agosto. Entre ellas se coló una persona infectada "virtualmente" de coronavirus en una jornada con 2.000 asistentes. En la franja horaria en la que este enfermo ficticio visitó la feria había 680 personas, y de ellas, sólo fueron contactos y potenciales infectados unas 240 personas. De ellos, además, sólo mantuvo contacto por más de 15 minutos con ocho personas. Así que únicamente un dos por ciento de los asistentes al evento necesitarían someterse a una prueba PCR para saber si han contraído el covid-19, una criba fundamental para agilizar el diagnóstico y atajar los brotes que vayan surgiendo que cada vez se afina más gracias al proyecto "Cercadti".

Se trata de un dispositivo para el rastreo del coronavirus desarrollado por las empresas Red Táctica y ADN Mobile que empieza a dar sus frutos, y que ayer fue testado en Gijón por el consejero de Ciencia e Innovación, Borja Sánchez. Tras la prueba en la feria del motor y en un establecimiento hostelero de Cangas de Onís, las empresas que impulsan este piloto de la mano del Clúster TIC están ya preparadas para disponer a lo largo de septiembre de 6.000 unidades: un sencillo colgante que se debe portar mientras la persona esté en un espacio compartido con más usuarios, y que de forma completamente anónima registra el tiempo y la distancia a la que se ha estado del resto de dispositivos. En caso de un positivo, Sanidad podrá tener la lista de contactos prioritarios, puesto que cada dispositivo va a asociado de forma anónima al DNI de los portadores. Con ello se agiliza al máximo el rastreo y no se depende de que los potenciales infectados alerten a las autoridades, como señalaron David Martínez, de ADN Mobile Solutions, y José Luis Suárez Sierra, de Red Táctica.

Con estos resultados, las empresas ya tienen "una veintena de llamadas en la última semana" de empresas y entidades interesadas en contar con este dispositivo, que no requiere de aplicaciones móviles y que "ha tenido una gran aceptación social", reconocen sus creadores. El dispositivo puede llegar a tener una autonomía de un año y, aún en fase de pruebas, el Consejero apostó por su implementación progresiva y su internacionalización. Lo ideal, reconocen los creadores, sería que "todos los asturianos portaran uno".