La delegada del Gobierno central en Asturias, Delia Losa, subrayó ayer que la "alerta naranja" decretada en Ponga y Gijón por la crisis sanitaria del coronavirus es una "luz roja" a los vecinos para que actúen con la máxima cautela. También se trata, añadió, de una muestra más de que "el Gobierno asturiano se adelanta en las medidas de prevención". "Por eso, aunque haya incrementos en los contagios, la expansión del coronavirus en Asturias está muy controlada", aseveró.

Según la delegada del Ejecutivo, la "alerta naranja" busca la concienciación de los ciudadanos para el estricto cumplimiento de las normas sanitarias: mascarilla, distancia social y lavado de manos. Y funciona -agregó- como ya se ha demostrado "en la comarca del Nalón", donde "había un incremento preocupante de casos y ahora se ha frenado".

De otro lado, el presidente del Principado, Adrián Barbón, hizo hincapié en el rigor de su Gobierno -en contraste con otras autonomías- de enviar con puntualidad al Ministerio de Sanidad todos los datos de nuevos infectados.