El Mercado del Sur de Gijón amaneció ayer con incertidumbre sobre su funcionamiento con la nueva fase dos, si bien finalmente la veintena de comerciantes que aloja podrá trabajar con relativa normalidad. "A primera hora llamamos a Salud porque no sabíamos en qué categoría entramos, pero finalmente no tendremos que reducir aforo porque no se nos considera centro comercial", explica Flor Jorcano, presidenta de la comunidad del Mercado. Únicamente deberán controlar los aforos en la medida de lo posible para que no supere el centenar de personas, así como evitar aglomeraciones en puntos concretos. El encargado de seguridad asumirá la tarea, con la colaboración de los propios vendedores. Las cuatro puertas del mercado permanecerán abiertas, con lo que el espacio amplio y la ventilación están aseguradas. "Se puede venir a comprar con total normalidad", recuerdan los gestores del equipamiento, que recomiendan al público observar todas las medidas de separación e higiene para evitar cualquier problema.