Los portavoces de Salud Pública de Asturias han elevado, si cabe, el tono del preocupado discurso por el discurrir de la pandemia en la región. Y lo han elevado para advertir que “se está viviendo una situación crítica con el incremento de las hospitalizaciones y más personas graves, así como un aumento de los fallecimientos”. De ahí que insistan en que la población tiene que restringir la vida social y la movilidad “debido a la gran transmisión del virus”.

Después de que a finales de la semana pasada las cifras de la pandemia se elevaran hasta alcanzar algo más de 200 positivos por covid al día en la región, las cosas no han ido todo lo contenido que querrían los expertos. Si el viernes pasado la notificación oficial de contagios totales en Asturias superaba ligeramente los 6.300 casos de coronavirus, con los 207 contagios sumados hoy . Eso son en torno a 1.500 contagios nuevos en poco más de una semana (del jueves 8 al viernes 16).

Y del agravamiento de los casos habla el hecho de que, con esa misma perspectiva de una semana, se puede comprobar que los ingresos en la UCI y en las plantas de los hospitales han pasado de ser poco más de un centenar a los 213 computados hoy. Un crecimiento de cerca de 100 personas. Finalmente, en el plano de los fallecimientos hay que contar que el jueves 8 había 360 fallecidos y hoy se registran 374, lo que son 14 muertes más fundamentalmente de personas de entre 80 y 100 años. Aunque hay salvedades, como la mujer de 64 años que fallecía ayer mismo.

El presidente regional, Adrián Barbón, se ha sumado a esa alerta y ha insistido en que se necesita ser rigurosos en la adopción de las medidas de distancia social y autoconfinamiento para que al menos los expertos comprueben si hace efecto y reduce la ola de coronavirus, o hay que endurecer las medidas. “Tenemos que hacer todo lo posible para frenar la expansión del virus en Asturias. Las medidas necesitan más de diez días para ver si hacen efecto”, ha dicho hoy el Presidente.

Las autoridades sanitarias asturianas recuerdan que desde el jueves el Principado está en una fase 2 de desescalada, modificada respecto a lo que se consideraba fase 2 durante el estado de alarma, para disminuir los contagios y contener la gravedad y mortalidad de la pandemia. Las personas mayores de 65 años o con patologías crónicas que viven fuera de los entornos residenciales han de extremar las medidas de protección y seguridad, evitar espacios cerrados, actividades grupales y encuentros en lugares cerrados.

Entre las medidas que hay que cumplir en Asturias está el hecho de que se ha prohibido el consumo en las barras hosteleras y la venta de alcohol en gasolineras y en comercios minoristas, estos últimos a partir de las diez de la noche. Además, se limitan a seis las personas que pueden sentarse en una mesa en establecimientos de hostelería y restauración, y se han prohibido también las fiestas en locales y domicilios particulares, ni se permiten las fiestas relacionadas con el otoño en toda la comunidad autónoma y se suspende la realización de eventos multitudinarios. En cuanto a las actividades autorizadas previamente, Salud Pública reevaluará los riesgos a tenor de la situación que se vive ahora en la región.