El mundo registró ayer el récord de nuevos casos confirmados de covid-19 en un solo día, tras sumar más de 465.000, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es el tercer día consecutivo en el que se bate el registro de nuevos contagios desde que comenzó la pandemia. De estos nuevos casos, casi la mitad (unos 218.000) se registraron en Europa, que ha pasado a ser el epicentro de la pandemia a nivel global. El continente suma ya 9 millones de casos.

La escalada de contagios confirma los temores de la OMS, que días atrás alertaba de los peligros de un "crecimiento exponencial" de la pandemia en Europa, insistiendo además en que el virus "no ha cambiado ni es menos peligroso", pese a que los porcentajes de fallecimientos respecto al total de casos registrados haya disminuido en esta segunda ola.

Las cifras de contagios diarios en Europa ya son siete veces mayores que en el pico de la primera oleada, en marzo y abril, y aunque las cifras de fallecidos son menores (llegaron a más de 5.000 en el Viejo Continente en primavera), ya se ha superado la barrera de los 2.000 muertos en una jornada. A nivel global, los muertos en la pandemia se mantienen en 1,1 millones; más de la mitad se registran en el continente americano (619.000), mientras que Europa contabiliza 265.000, Asia Meridional 138.000 y Oriente Medio 73.000.

Ante la dureza de esta segunda ola, los gobiernos europeos ensayan nuevas estrategias de contención, y algunos están optando por el toque de queda. Es el caso de Italia, que lo ha impuesto en las regiones de Lombardía, Lacio y Campania. En la capital de esta última, Nápoles, se registraron disturbios en la noche del viernes por la restricción de la movilidad entre las 23.00 y las 6.00 horas y el anuncio de un cierre total de esta región italiana en los próximos días. Las protestas acabaron con el lanzamiento de piedras a la policía y quema de contenedores.