Las restricciones anunciadas ayer por el presidente del Principado, Adrián Barbón, son las más duras de toda España. Pese a que la incidencia acumulada en la región está por debajo de la media nacional, el Principado ha ampliado el toque de queda al horario máximo que contempla el decreto de estado de alarma (un total de ocho horas, de 22.00 a 6.00 de la mañana), algo que solo han hecho otras dos autonomías, Castilla y León y Cataluña, y la ciudad autónoma de Melilla. Además, solo otras cuatro autonomías han decretado el cierre de sus establecimientos hosteleros (Cataluña, Navarra, La Rioja y Murcia, aunque estas dos últimas solo en parte de su territorio), y ninguna de ellas ha aplicado esas medidas a otras actividades comerciales.
Según los datos que maneja el Ministerio de Sanidad (consolidados ayer a las 14.00 horas salvo los referentes a Cataluña, que no pudo actualizar los datos remitidos el domingo por problemas técnicos), Asturias registra una incidencia de 416,41 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes durante los últimos días. Una ratio que está sensiblemente por debajo de la media nacional, donde la incidencia se sitúa en 521,07. De hecho, solo cinco regiones presentan una incidencia acumulada inferior a la de Asturias en estas dos semanas: Canarias, Comunidad Valenciana, Baleares, Galicia y Madrid.
En cuanto a los porcentajes de camas de hospital ocupadas por pacientes con covid-19 y de ocupación de las UCI por pacientes nfectados, los datos de Asturias sí son ligeramente superiores a la media nacional. En concreto, el Principado presenta un 17,67% de camas de hospital ocupadas por pacientes con covid-19 (por un 15,51% de media en toda España), mientras que en las UCI el porcentaje se eleva hasta el 30,63% (cuando la media nacional se sitúa en un 27,97%).
Estos datos, no obstante, tienen un matiz, ya que las cifras oficiales que maneja el Ministerio de Sanidad, y que recogen las notificaciones directas de los hospitales difieren de las que remitió ayer el Principado, que toma como fuente los datos de la Dirección General de Salud Pública. Según el Ministerio, Asturias registraba ayer un total de 595 pacientes hospitalizados, 83 de ellos en la UCI, mientras que el Principado elevaba la cifra de personas ingresadas hasta los 637, de las cuales 99 estarían en cuidados intensivos.
Esta divergencia en las cifras podría suponer, según los datos del Principado, que la ocupación de la UCI se elevase hasta un 36,5%, o incluso al 41,2% si se toma como referencia las 240 camas UCI en el conjunto de la región que ayer cifró el consejero de Sanidad, Pablo Fernández, en su comparecencia pública junto a Adrián Barbón. Pero aún tomando el porcentaje más elevado, las cifras del Principado serían aún inferiores a las de comunidades como La Rioja y Aragón, regiones donde no se han tomado medidas tan restrictivas como las anunciadas ayer en Asturias, y similares a las de Cataluña, que registra además una incidencia acumulada muy superior a la asturiana y que, pese a adelantar a las 22.00 horas el toque de queda y cerrar los bares, no ha obligado a otro tipo de establecimientos a cesar su actividad.
En relación al cierre de los establecimientos hosteleros, la aplicación de esta medida en Navarra, el pasado 22 de octubre y en plena escalada de contagios, ha motivado diversas protestas por parte del sector. La última ayer mismo, cuando cientos de hosteleros se manifestaron por las calles de Pamplona reclamando que el sector no sea tomado como “cabeza de turco” de la incidencia de la pandemia en España. Ana Beriain, presidenta del Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, incidió durante la protesta en que “si solo han cerrado Cataluña, Navarra y la ciudad de Logroño, entendemos que quizá se pueden ver las cosas desde otro punto de vista y gestionar las cosas de otra manera”. Las restricciones a la hostelería de Navarra, de no ser prorrogadas, concluirán mañana, tras 14 días de cierre. En cuando al cierre de otro tipo de establecimientos comerciales, Asturias será pionera en adoptar esta medida en la segunda oleada, ya que a lo más a lo que han llegado otras regiones es a regular sus horarios.
