Los partidos de la derecha se unieron ayer a los padres y profesores de la concertada para que el Gobierno de Sánchez dé marcha atrás. El líder del PP, Pablo Casado, que participó en la protesta de Madrid con Isabel Díaz Ayuso de copiloto, aseguró que “derogaremos la ley cuando gobernemos”. En la caravana de Madrid –unos 15.000 vehículos según los organizadores, 5.000 según la Delegación del Gobierno de Madrid–, no estuvo el presidente de Vox, Santiago Abascal, pero sí el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, que aseguró que “Vox recurrirá esta ley en todos sus aspectos y la revertirá poniendo en práctica una auténtica ley de educación que eduque a los españoles en igualdad y libertad”.

En Asturias, la presidenta del PP, Teresa Mallada, pidió al presidente Adrián Barbón que defienda a la concertada frente a su partido en Madrid. Mallada afeó a Barbón que “no haya dicho una sola palabra en defensa de la concertada, pese a que él estudió en un colegio concertado”. Para el portavoz de Vox en la Junta General, Ignacio Blanco, la ley Celáa, “una ley totalitaria, pretende acabar con la educación concertada y la especial”. Y criticó que se quiera “acabar con el esfuerzo” de la educación en Asturias.

La portavoz de Ciudadanos en la Junta General del Principado de Asturias, Susana Fernández, criticó que el Gobierno “aproveche la pandemia para evitar que se pueda “debatir como se debe” la nueva ley. Y Adrián Pumares, secretario general y portavoz parlamentario de Foro Asturias en la Junta, resaltó que es una ley elaborada “sin contar con la comunidad educativa” y que pretende “el cierre de las escuelas de educación especial, lo que supone un disparate”.