El asalto a una casa en la localidad llanisca de Lledías, junto a Posada de Llanes, terminó en la mañana de este domingo con un matrimonio herido, sobre todo la mujer, la bibliotecaria municipal llanisca, Carmen Acebo Gómez, que ha tenido que ser ingresada en la UCI del HUCA con graves lesiones en la cabeza. El autor del asalto es un hombre conocido de la pareja, residente hasta hace poco en la localidad, que había jugado al fútbol con el marido de la mujer herida grave y al que éste había ayudado en alguna ocasión al pasar por apuros económicos.

Eran las diez de la mañana de este domingo cuando la bibliotecaria de Llanes, Carmen Acebo Gómez, escuchó ladrar insistentemente a los perros en su casa de Lledías, junto a Posada. La mujer salió al exterior de la vivienda, situada en una amplia finca enfrente de las escuelas, y trató de identificar qué había puesto tan nerviosos a los animales. Al llegar al cobertizo de la vivienda, algo le pareció extraño y entró. Allí vio a un encapuchado y comenzó a gritar. El extraño arremetió contra ella y la golpeó con una maza en la cabeza. La mujer cayó al suelo, golpeándose contra un electrodoméstico. Quedó tendida en el suelo, sangrando abundantemente. El marido de la mujer, Luis Carrera, biólogo y propietario del estanco de Posada de Llanes, escuchó los fuertes gritos y acudió en su ayuda. Se inició entonces un forcejeo durante el que recibió algunos golpes por parte del extraño, aunque finalmente pudo quitarle el pasamontañas con el que se cubría la cabeza.

Su sorpresa fue mayúscula al descubrir que se trataba de un hombre que había residido en el pueblo hasta que se divorció de su mujer, la cual sigue viviendo con los dos hijos de la pareja justo al lado de la finca donde se produjo el ataque, en la calle Ería Las Pontigas. J. L. M. O., de 50 años, había tenido trato con el marido de la bibliotecaria, ya que ambos había jugado al fútbol juntos. Al verse desenmascarado, el hombre huyó de la finca hacia el monte cercano.

Carerra, desesperado, llamó por teléfono a los servicios de emergencia y a su vecino más cercano, pero éste no respondió al teléfono. Para cuando devolvió la llamada, ya había llegado una ambulancia a la finca, así como varias patrullas de la Guardia Civil de Llanes, que de inmediato comenzaron la búsqueda del agresor.

La bibliotecaria fue trasladada al Hospital de Arriondas con fuertes lesiones en la cabeza. Finalmente la trasladaron al Hospital Universitario Central de Asturias, donde ingresó en la UCI y le indujeron el coma, dada la gravedad de los golpes sufridos. Aunque inicialmente se había extendido que la mujer sufría lesiones leves y que estaba consciente, más tarde se conoció la gravedad de su estado.

Su marido –colaborador de LA NUEVA ESPAÑA– se mostraba en la tarde de ayer preso de una gran ansiedad por el estado de su esposa. Él mismo sufría “algunas magulladuras” a consecuencia de los golpes que le propinó J. L. M. O. “Le ayudé algunas veces”, indicó Carrera, profundamente afectado. “No sé cómo se le pasó algo así por la cabeza, debía de ir drogado”, especuló Carrera. Las próximas horas serán cruciales para la evolución de la bibliotecaria llanisca, una mujer muy conocida y querida en el concejo.

El marido “lloraba muchísimo cuando nos contaba lo sucedido”, señalaron quienes tuvieron oportunidad de conversar con él en la mañana de este domingo para saber de su estado y del de su esposa. “Él dice que está bien, pero está preocupado por su mujer”, relataron.

Llamada del agresor

Cuarenta minutos después de los hechos, Carrera estaba con los agentes de la Guardia Civil cuando recibió una llamada de J. L. M. O., quien trataba de disculparse por lo ocurrido y convencerle de que no le denunciase. El agredido pasó el teléfono a los agentes, que iniciaron una tensa negociación con el presunto asaltante para convencerle de que se entregase. El hombre amenazó con suicidarse y colgó el teléfono. Más tarde contactaron de nuevo con el presunto agresor y éste pidió hablar con sus hijos.

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Los agentes avisaron a los vecinos de lo que había ocurrido y les advirtieron de que el huido era peligroso, ya que iba armado con una maza. Hasta cinco patrullas policiales peinaron los alrededores de la vivienda donde se produjo el ataque. Incluso se sumó a la búsqueda algún vecino. El alcalde de barrio de Lledías, Rosendo Noriega, se mostraba abrumado con este suceso. “No sé qué le pudo pasar por la cabeza”, era la frase recurrente. “Nunca pensé que Moldes pudiese estar metido en este tipo de problemas. Son unas bellas personas que no se merecen lo que les ha ocurrido”, añadió, refiriéndose al matrimonio atacado. Sabedor de que éstos tienen ovejas, se preocupó de comprobar que no se hubiesen desmandado. “No podemos estar tranquilos teniéndolo por ahí con una maza”, aseguraba el alcalde de barrio.

Tras permanecer cuatro horas fugado, J. L. M. O. decidió entregarse en el cuartel de la Guardia Civil. Del caso se ha hecho cargo la Policía Judicial de la Guardia Civil de Gijón. Estaba previsto trasladar al detenido a las dependencias de la Comandancia. El hombre pasará a disposición del Juzgado de Llanes en las próximas horas. El suceso ha conmocionado a todo el concejo llanisco.