J. L. M. O. es un hombre muy conocido en el concejo de Llanes. Fue entrenador de los alevines del Urraca C. F de Posada de Llanes. De hecho, en su página de Facebook hay varias fotos en las que califica de “grandes guajes” a los componentes del equipo. Al parecer montó un negocio poco antes del inicio de la pandemia del covid, en concreto una sala de juegos recreativos. Fue una de las actividades que tuvieron que cerrar por orden gubernativa.

Aunque esto podría estar detrás de los problemas económicos que le llevaron a la descabellada idea de asaltar a sus propios vecinos, hay quien asegura que “andaba en malos pasos desde hace un tiempo”. J. L. M. O. es del pueblo de toda la vida, según aseguró el alcalde de barrio de Lledías, Rosendo Noriega.

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Hablar con los menores

Cuando la Guardia Civil pudo hablar con él, lo único que pedía era poder hablar con sus hijos, aún menores de edad. Los agentes estuvieron negociando con él durante un rato. Acudieron a una vivienda de la calle Ería Las Pontigas, muy cerca del lugar donde tuvo lugar el ataque, a una vivienda en la que residiría su exmujer y los menores. Al final, su escapada por La Mañanga –nombre como se conoce la falda del Cuera junto a Lledías– apenas duró unas horas.