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¿Cómo será la tercera ola del coronavirus en Asturias? La importancia de las aglomeraciones y la previsión que habla de un menor impacto en los hospitales

Las imágenes de las ciudades asturianas llenas de viandantes han vuelto a levantar la polémica horas antes de la apertura de la hostelería | La buena noticia: la ausencia de casos de gripe y de bronquiolitis

Aglomeraciones en Oviedo para ver la iluminación de las calles y hacer compras navideñas

“Los excesos de diciembre se convertirán en la tragedia de enero”. La frase es de Adrián Barbón y con ella el presidente del ejecutivo regional resumía de una forma muy gráfica su crítica a las aglomeraciones que se ven estos días en grandes ciudades como Oviedo o Gijón. El propio presidente confesaba que él mismo había sentido miedo. Había salido de casa a por unos libros y se había vuelto corriendo. Las luces de Navidad, la apertura del pequeño comercio y las fiestas y reuniones familiares de los próximos días hacen que Asturias esté en alerta máxima y todo a menos de unas horas para que mañana lunes la hostelería vuelva, después de 40 días de cerrojo, a levantar la persiana. El objetivo es complicado: parece claro que va a haber una tercera ola del coronavirus en enero pero se pretende que sea más ligera que la segunda de tal manera que la tan ansiada vacunación pueda ser efectiva cuanto antes y se pueda poner punto final a uno de los peores años en décadas: aquel en el que el coronavirus nos cambió la vida.

La gran pregunta ahora es ¿cómo será esa tercera ola? Barbón hace continua alusión a Estados Unidos, un país en donde celebraciones y reuniones familiares como las de Acción de Gracias han provocado decenas de muertos y miles de nuevos contagios. Con la alerta constante se pretende evitar que Asturias vuelva a repetir los errores de la segunda ola del coronavirus, en la que se llegaron a registrar casi 800 contagios en un solo día. Las Unidades de Cuidados Intensivos estuvieron a punto de colapsar y el personal sanitario gastó las pocas fuerzas que les quedaban tras la primera ola de lucha contra el virus. Hubo incluso que volver a poner en marcha el H144, el tristemente famoso hospital de la Feria de Muestras con el que se trataba de descargar un colapsado Cabueñes. La segunda ola se cebó además en los geriátricos causando decenas de fallecidos.

Así es el día a día en el H-144: por el hospital de la Feria de Muestras han pasado 115 pacientes en el último mes

Así es el día a día en el H-144: por el hospital de la Feria de Muestras han pasado 115 pacientes en el último mes Juan Plaza

El matemático Juan Luis Fernández asegura, en un artículo escrito hoy en LA NUEVA ESPAÑA que habrá tercera ola pero que esta vendrá atenuada. No será tan virulenta como la segunda. Hay que contar, además, con el dato esperanzador de que la campaña de vacunación masiva a la que se sometió la población en Asturias ha hecho que a estas alturas no se haya detectado ni un solo caso de gripe, lo que evita la coexistencia de las dos patologías que tanto temían los médicos.

De hecho, el Servicio de Salud del Principado informó hoy que ha vacunado ya contra la gripe a 297.947 personas, lo que supone un aumento de 105.593 respecto a las 192.354 que habían sido inmunizadas en la segunda semana de diciembre de 2019. Estas cifras reflejan un aumento del 54,89% en la campaña actual respecto a la anterior. Siete de cada diez  personas vacunadas son enfermas crónicas e institucionalizadas, uno de los grupos de población para el que está indicada esta profilaxis. Pero aún hay más. Los pediatras destacan que habitualmente en el puente de diciembre se llega al pico de bronquiolitis. Pero este año los médicos de los más pequeños aseguran que no han visto ni un sólo caso. No todo iban a ser malas noticias.

La tercera ola

“El ser humano es el único animal que tropieza varias veces con la misma piedra. Según nuestro modelo los casos diarios de Covid-19 se situará en la región por debajo de los 100  antes de Nochebuena”, pronostica Juan Luis Fernández. De hecho las previsiones de este mismo experto, publicadas en este periódico a principios de mes, ya hablaban de menos de 50 casos diarios a finales de año. Muy lejos, eso sí, de los 25 días sin casos que se consiguieron en la primera ola.

¿Cómo se va a tratar de frenar esta nueva ola? Con un cóctel de responsabilidad y  normativas. El gobierno regional es consciente de que no puede limitar por completo las fiestas por lo que les ha puesto coto. En la hostelería las mesas tendrán que estar separadas a partir de mañana dos metros, sólo se podrán sentar cuatro en cada mes y no se podrán usar las barras. En las casas particulares las reuniones en los días festivos serán de, como máximo, 10 personas (excepto si hay más convivientes). Sólo podrán reunirse familiares y allegados y el toque de queda será a las once de la noche excepto Nochebuena y Nochevieja, que se extenderá hasta la una y media de la madrugada.

Esta semana pudimos ver la luz al final del túnel. El Reino Unido fue el primer país en probar la vacuna con la que se tratará de luchar contra la pandemia. Pero los epidemiólogos y médicos en general son conscientes de que queda mucho por luchar. Eso sí, contamos con un nuevo aliado: en Asturias las residencias van a volver a contar con los test de antígenos, mucho más baratos aunque menos efectivos.

Y es que en las residencias también se pondrá el foco. En fechas navideñas las familias que decidan sacar a los residentes de estos centros deberán convivir con ellos en sus domicilios durante, al menos, tres días. Para que puedan volver al centro los residentes deberán someterse a una PCR como máximo tres días antes del regreso. En caso de que la persona de negativo deberá guardar aislamiento en la residencia durante 14 días. Las familias que lo deseen tienen que organizar con los centros tanto las salidas como los regresos de los residentes.

Los datos de esta semana

La gráfica de los últimos días es clara en lo que a reducción de la curva se refiere. Baste con mirar los últimos días. Según la estadística que maneja el Servicio de Salud del Principado de Asturias el día 4 de diciembre (viernes antes del puente festivo) en todos los hospitales de la región había 600 pacientes hospitalizados. El viernes pasado, justo dos una semana después, el número de hospitalizados había caído a 474.

Respecto a los contagios hoy mismo se ha marcado mínimo. Por primera vez Asturias ha bajado de los 90 contagios en 24 horas según los datos facilitados hoy por el SESPA. Pero ojo, que la cosa se complicará en enero. Y es que si algo hemos aprendido de la pandemia es que los datos de infecciones de Nochebuena (por poner un ejemplo) no se reflejarán en las estadísticas hasta, al menos, diez días después. El Principado ya ha advertido en varias ocasiones: no va a temblar el pulso en tomar nuevas medidas. Que nadie se confíe.

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