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Maratón anticovid: mañanas, tardes y fiestas para vacunar a 23.000 vulnerables

Casi 150 sanitarios se encargarán a partir del domingo de inmunizar a mayores y cuidadores de residencias, empezando por las más grandes

Una enfermera sostiene una dosis de la vacuna de Pfizer

La vacunación contra el coronavirus en Asturias comenzará este próximo domingo, día 27, y los primeros inmunizados serán los residentes y trabajadores de los centros geriátricos más grandes de las ciudades más pobladas de Asturias, seguramente empezando por Oviedo, Gijón y Avilés. Así lo expusieron ayer los responsables sanitarios de la región, según los cuales en un plazo aproximado de un mes se inmunizará a unas 23.000 personas, cifra que incluye a los usuarios de los centros de día anexos a los geriátricos.

“Las vacunaciones se harán de manera continua, mañana y tarde, festivos incluidos”, destacó la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Conchita Saavedra, en una rueda de prensa en la que también participaron el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, y el jefe del servicio de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta.

Las autoridades pusieron de relieve una premisa clave: en el desarrollo de la estrategia será determinante la mayor o menor disponibilidad de vacunas, asunto que genera dudas porque el planeta entero está peleándose por un mismo bien. “No vamos a tener todas las dosis que nos gustaría en un primer momento. Los contratos firmados por la UE garantizan unos 1.000 millones de dosis y el 10 por ciento corresponden a España por su población. Con el tiempo tendremos más que suficiente, sin embargo la velocidad a la que nos van a llegar las dosis es variable”, señaló Ismael Huerta. Las vacunas irán llegando por semanas. El Sespa está formando estos días a 50 equipos de sanitarios (148 profesionales en total) para desarrollar esta tarea. A las residencias acudirán equipos de dos trabajadores (a centros grandes acudirá más de un equipo). La enfermera vacunará y el administrativo registrará toda la información que pide el Ministerio para hacer el control de la campaña.

Las vacunas del covid constan de dos dosis, que han de ser aplicadas con tres semanas de intervalo. La protección se hace efectiva siete días después de la segunda dosis. Dado que se desconoce con precisión cuánto dura la inmunidad de las personas que sufren infección por coronavirus, los mayores que ya hayan pasado la enfermedad también serán vacunados.

Al final del primer trimestre del año, el Principado aspira a tener vacunados a los integrantes de los cuatro colectivos declarados prioritarios para la vacuna: además de los usuarios y cuidadores de residencias de mayores, el personal sanitario de primera línea; otro personal sanitario y sociosanitario; y las personas con discapacidad que requieren intensas medidas de apoyo para desarrollar su vida (grandes dependientes no institucionalizados). En total, unas 140.000 o 150.000 personas.

Después llegará la vacunación de la población general. Como sucedió con la campaña de la gripe, está previsto que sean los administrativos de los centros sanitarios y de los centros de llamadas (call center) los que tomen la iniciativa y avisen a los usuarios. En las grandes ciudades se instalarán puntos de vacunación específicos, con el objetivo de no saturar los centros de salud.

A juicio del jefe de Vigilancia Epidemiológica, “todos los grupos deberían vacunarse, no hay excusa”. “Son vacunas seguras, de alta eficacia y que te protegen a ti y a tu entorno”, añadió Ismael Huerta. Las autoridades no quieren aventurar cuál puede ser el grado de aceptación del tratamiento preventivo. Más bien quieren trabajar sobre la hipótesis de una cobertura de vacunación muy elevada.

“Son vacunas seguras, de alta eficacia y que te protegen a ti y a tu entorno”

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El personal del Principado dejará registrado quién se vacuna y quién no, y el motivo. Según las autoridades, no se hará propiamente una lista de personas que rechacen la inmunización. “No serán listados públicos. Simplemente se registrará la información, como se hace en cualquier actuación sanitaria”, puntualizaron los responsables sanitarios. Los mayores que inicialmente se nieguen podrán solicitarla más tarde.

Según Ismael Huerta, el Principado expedirá certificados de que se está vacunado, pero se descarta cualquier posibilidad de utilizar este documento como una especie de “pasaporte sanitario” para acceder a determinados espacios o eventos. “Es una cuestión que éticamente no se plantea”, aseveró el jefe de Vigilancia Epidemiológica.

Rafael Cofiño, director general de Salud Pública, hizo hincapié en que la mejor forma de celebrar la Navidad este año es “seguir protegiendo a las personas más vulnerables”.

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