La ley Celaá, que previsiblemente entrará en vigor el curso que viene, “apenas modificará” el proceso de escolarización del alumnado asturiano, según aseguró ayer la consejería de Educación. Tras meses sin querer entrar a valorar en profundidad la polémica reforma, Carmen Suárez elogió el contenido de la norma, coincidiendo con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). “Doy la bienvenida a una ley que tiene unos principios inspiradores absolutamente fundamentales: el cumplimiento de la convención de los derechos de la infancia, una educación sin discriminación y con garantías de equidad, y la transmisión de unos valores cívicos que conduzcan al ejercicio de una ciudadanía igualitaria y solidaria”, afirmó.

Sobre el proceso de admisión de alumnos, uno de los puntos más controvertidos del texto y que causa recelo en la concertada, dijo que la ley “mantiene los mismos criterios”. “Tan solo añade algunas indicaciones que van a ser susceptibles de introducir en los baremos. Se tendrán en cuenta la situación de las familias monoparentales, el alumnado que pueda estar en proceso de acogida u otras circunstancias, como los hogares afectados por la violencia de género o con una discapacidad en el ámbito familiar”, aclaró. “Garantiza –remató– el equilibrio en la admisión, la igualdad de oportunidades y la cohesión social”.

Por otro lado, la ley Celaá, abundó la consejera de Educación, promueve el “aprendizaje autónomo, significativo y reflexivo”, y revisa la FP para conseguir un doble objetivo: “Aproximarnos a las tasas de alumnado que opta por esta vía en el resto de Europa y agilizar la entrada de nuevos contenidos, con la digitalización como una apuesta básica”. En este sentido, Carmen Suárez subrayó que a partir del próximo curso “será importante que los centros sigan trabajando en los planes de digitalización ya iniciados”, de forma que “el acceso a las nuevas tecnologías del alumnado sea una de las señas de identidad de nuestro sistema”. La repetición –un máximo de dos a lo largo de la enseñanza obligatoria– siempre será “excepcional y debidamente justificada”.