La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Almeida: “Si se es diligente para cerrar bares hay que serlo para dar ayudas”

El presidente de los hosteleros teme que se extiendan a Oviedo o Gijón los cierres de Avilés, y pide compensaciones directas como única salida

Un lector de LA NUEVA ESPAÑA, en una terraza en Oviedo. | Irma Collín

José Luis Álvarez Almeida, presidente de la patronal hostelera, OTEA, afirma que ayer sintió un “déjà vu”, esa extraña sensación de estar inmerso en la repetición de lo ya vivido. La decisión del Gobierno regional de elevar el nivel de restricción en los concejos de Avilés, Castrillón y Corvera, a causa de la alta incidencia del covid, suena a una música conocida: la que lleva de camino al cierre de la mayor parte del sector hostelero de Asturias.

Oviedo será el próximo gran concejo (más de 30.000 habitantes) en someterse a la reválida sobre las limitaciones que establece el llamado nivel “4 Plus”, el establecido por Salud para decretar la reducción de la actividad cuando se alcanzan ciertos parámetros de incidencia. Los números no pintan bien y el sector hostelero se teme que también la capital asturiana se quede sin terrazas a partir del jueves. En cualquier caso, Salud ha reiterado que no hay aún una decisión tomada, pero ya anticipó que probablemente se endurezcan las medidas. Blanco y en botella, piensa el sector, en el que ayer se propagó, sin fundamento real, el rumor de que el cierre de las terrazas en Oviedo ya estaba decidido. Será cuestión de horas que se conozca el veredicto.

Almeida repitió ayer, no sin cierto tono de cansancio, que la única forma de eliminar la incertidumbre de los bares y cafeterías que cierran y abren intermitentemente la persiana es establecer unas ayudas directas, automáticas y eficaces. “No me canso de repetir este mensaje: el Gobierno debe establecer unas ayudas justas”. Considera Almeida que es lo mínimo: “Entendemos que el Principado deba ser diligente en la toma de decisiones de limitar la actividad dada la situación sanitaria, pero si es diligente para eso también debería serlo para poner las compensaciones sobre la mesa”.

El Ejecutivo autonómico ha activado el llamado fondo de rescate para compensar los cierres, “pero ahora estamos negociando unas ayudas que acabarán saliendo en marzo y abril, y que a saber cuándo se cobran”, señala Almeida.

El presidente de la patronal hostelera cree que la única alternativa justa es “establecer que los hosteleros tengan tanto o cuánto dinero por cada mes de cierre; ni subvenciones ni milongas, ayudas automáticas es lo que demandamos”.

Los hosteleros han pedido al Gobierno de Adrián Barbón, dentro de las negociaciones sobre cómo se aplicará el fondo de rescate, que el sector se incluya directamente en el epígrafe de negocios que están sometidos al cierre por la pandemia, “no como un sector afectado por las consecuencias por el covid”. Almeida considera que, a la postre, la hostelería sufre cierres. “La gran mayoría de los establecimientos asturianos han estado con limitaciones severas en lo que llevamos de mes; y ahora, en Avilés y su comarca directamente estarán cerrados por quince días al menos”, sostiene.

“Lo que pedimos no se nos ha ocurrido ahora, sino que lo venimos demandando desde marzo del pasado año, así que tiempo ha tenido el Gobierno para ser diligente”, asegura Almeida. Afirma que los empresarios que han cerrado su negocio reciben el 50 por ciento de la base mínima de cotización: “Es decir, unos 500 euros al mes con los que vivir y además mantener el negocio y sus gastos fijos”. Para el presidente de la patronal hostelera, además, la cuantía de las ayudas resulta insuficiente: “Estamos hablando de 80 millones de euros para el primer semestre, lo que supone unos 4.000 euros por hostelero”, asegura Almeida, quien prevé un febrero muy duro para el sector.

Compartir el artículo

stats