Solucionar “a corto plazo” los problemas de seguridad existentes en la carretera N-634 es uno de los objetivos que se ha puesto el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, en materia de infraestructuras. “En las conversaciones con el Estado esta nacional es una de nuestras grandes preocupaciones porque es una de las vías con mayor saturación de tráfico y con más puntos peligrosos”, indicó.
Al ser la N-634 de titularidad estatal, el Ejecutivo de Adrián Barbón no puede más que presionar al Gobierno central para que asuma una reforma de la vía. Lo está haciendo: “Hay que buscar soluciones a corto plazo para algunos de los puntos negros y los cruces complicados, ver la posibilidad de variantes que son urgentes…”, señaló el titular de Medio Rural, que asumió la gestión de las infraestructuras autonómicas el pasado mes de junio.
Calvo prefirió no manifestar sus preferencias sobre dos alternativas que ya se han puesto sobre la mesa para resolver los problemas de tráfico existentes en el interior de la región, otra autovía de Arriondas (o Ribadesella) a Lieres o una solución de “tipo peine”, con enlaces transversales entre la Autovía del Cantábrico y la N-634, como el que en su día propuso IU y asumió el PSOE, el túnel del Fitu, que permitiría unir la N-634 en Arriondas con la Autovía del Cantábrico en Colunga.
El Consejero tiene claro que el debate para buscar “la solución final” para la nacional que atraviesa Asturias de este a oeste por el interior habrá que abordarlo “de una manera global”. En su opinión, hará falta “una planificación que valore el coste-beneficio y la mayor eficacia”. Y su conclusión es clara: “La solución tiene que ser fundamentalmente técnica”.
La N-634, que atraviesa Asturias de este a oeste, es en alguno de sus tramos una de las vías más saturadas de la región. Discurre por la costa desde el límite con Cantabria, en Bustio (Ribadedeva), hasta Llanes. En este tramo la N-634, que en su momento alcanzó niveles de saturación de tráfico elevadísimos, avanza paralela a la Autovía del Cantábrico y, por lo tanto, registra en la actualidad muy poco tráfico. Entre Llanes y Ribadesella la N-634 desapareció con la apertura de la Transcantábrica, que surgió de su desdoblamiento, pero reaparece en la localidad riosellana de Lloviu, desde donde se desvía hacia el interior.
La propuesta de construir una autovía entre Ribadesella y Cangas de Onís por Arriondas, la denominada Autovía del Sella, lanzada por el último Gobierno de José María Aznar, fue desechada por el PSOE al considerar que tendría un impacto ambiental inasumible. Los socialistas, a cambio, dieron por buena la ya citada propuesta de IU de abrir un túnel por debajo de El Fitu.
Entre Arriondas y Lieres se sitúa el tramo en el que se registran buena parte de los “puntos negros” señalados por Calvo. Y desde la localidad sierense hasta Oviedo, pese a que avanza paralela a la Transcantábrica, se registran puntualmente altos niveles de tráfico y algunos cruces y travesías peligrosos. Tras cruzar la capital asturiana, la N-634 avanza paralela a la A-63 (Oviedo-La Espina) y sigue hasta Grado por terrenos sin excesivas dificultades orográficas y con escasa circulación. A partir de la villa moscona es diferente, pues la nacional avanza por el alto de Cabruñana y el puerto de La Espina, donde se encamina de nuevo hacia la costa, para llegar hasta Canero, donde vuelve a “encontrarse” con la Transcantábrica. Avanza paralela a esta, sin apenas tráfico, hasta las inmediaciones de Serantes (Tapia de Casariego), donde desaparece “engullida” por la Autovía, para, tras cruzar el puente de Todos los Santos, reaparecer en Ribadeo, ya en Galicia.
