Aunque las datos de incidencia empiezan a dar un respiro en Asturias, un dato se encargó de recordar que el peligro no cesa. La jornada del pasado jueves 11 de febrero, de la que se facilitaron ayer los datos, ha sido la segunda con mayor número de muertos por covid-19 en lo que va de año en Asturias, con 13 víctimas. El día más mortífero de esta tercera ola fue, por ahora, el pasado 28 de enero cuando hubo que lamentar 15 víctimas,
Siete de los fallecidos eran hombres, de entre 72 y 97 años mientras que seis eran mujeres, de entre 58 y 94 años. Hay una diferencia sustancial respecto a los fallecimientos que se registraban en la primera y la segunda ola: ahora solo se ha producido la muerte de un mayor que vivía en un centro sanitario: se empieza a confirmar el efecto positivo de la vacunación en centros sanitarios. De ahí que desde la consejería de Salud se siga poniendo especial énfasis en una recomendación dirigida a los mayores de 65 años y también a las personas que sufren patologías crónicas, la referida a evitar espacios interiores, con mala ventilación, y alta concentración de personas, “sobre todo en establecimientos de hostelería y en actividades grupales de carácter deportivo, lúdico y religioso”. La declaración del entorno familiar como uno de los principales focos de riesgo para la propagación de casos también es el motivo de otro de los consejos de las autoridades sanitarias para que haya una “vigilancia activa” del estado de salud de los adolescentes y sus convivientes, “sobre todo si estos últimos son mayores o tienen enfermedades crónicas”.
