La hostelería asturiana reclama que el Gobierno central decida cómo ha de ser la desescalada ante la Semana Santa para no terminar con una babel de restricciones y limitaciones por territorios. “Se trata de un asunto tan relevante (para el sector), que debería ser el Gobierno central el que se pronunciase sobre cómo actuar”, dijo ayer el presidente de la patronal hostelera en Asturias (Otea), José Luis Álvarez Almeida.
Al tiempo que la tercera ola encamina su descenso de contagios en toda España (con distinta velocidad y alivio según las comunidades autónomas), los gobiernos regionales ya comienzan a poner sobre la mesa sus diferentes formas de afrontar las próximas semanas: por ejemplo, Madrid ya se ha apresurado a elevar una hora el toque de queda y flexibilizar el horario de la hostelería. Pero Adrián Barbón, Presidente del Principado, insistió ayer en que “se sacrificará la Semana Santa –no cometeremos los errores de la Navidad– para tratar de evitar una cuarta ola”. Barbón recalcó que, a su juicio y apoyándose en datos del Observatorio de Salud del Principado, queda avalado que las medidas adoptadas por Asturias (como los cierres por concejos, según su incidencia) funcionan.
La hostelería asiste con desazón a la inhomogeneidad de las medidas para combatir la propagación del covid. El discurso del sector se fundamenta ahora en dos ejes: primero, que las ayudas no sirven, porque debería tratarse de indemnizaciones, ya que la decisión de cierres convierte a los establecimientos en víctimas y no culpables; segundo, que en apariencia las decisiones diferentes tomadas por los gobiernos tampoco han afectado tanto a la transmisión de la enfermedad.
“Nos estamos fijando en País Vasco, Asturias y Cantabria, comunidades que han tomado medidas diversas sobre la hostelería pero que, en cambio, han tenido olas parecidas”, aseguró ayer Álvarez Almeida.
Otea reclama que se puedan recibir ayudas incluso teniendo deudas tributarias
Las ayudas que el Principado activará esta semana (se publicarán en el Bopa a partir del martes y entrarán en vigor días después) son insuficientes para la hostelería, que critica haber sido desoída en sus propuestas sobre el borrador inicial. “Falta valentía en el gobierno”, sostiene Almeida, presidente de Otea. La patronal reclama que el Principado incluya una cláusula que exonere a los beneficiarios de las ayudas del requisito de hallarse al corriente del pago de tributos u ootras bligaciones, precisamente por las deudas generadas durante la pandemia. El Principado negó esa posibilidad aduciendo razones jurídicas, pero Otea ha comprobado que otras administraciones sí lo incluyen: entre ellas el Ayuntamiento de Mieres, que elevó una consulta al Ministerio y, tras la respuesta, ha decidio liberar de esa obligación a los solicitantes. A la patronal no le salen las cuentas de las ayudas asturianas, que ve insuficientes frente a las que conceden otras autonomías.
