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El Consejo Social elabora un plan para “ayudar” a transformar la Universidad

El órgano que conecta la institución con la sociedad diseña por vez primera una estrategia: “Hay que desterrar todo lo que nos ralentiza”

Por primera vez en su historia el Consejo Social de la Universidad de Oviedo, el órgano que conecta la institución académica con la sociedad, ha elaborado un plan estratégico que “ayude e impulse” a transformar la educación superior asturiana. La idea surgió a raíz de la pandemia y tomó forma durante cuatro meses gracias a la aportación de diez personalidades del más alto nivel y pertenecientes al mundo empresarial, directivo, cultural, universitario y social, tanto del Principado como de fuera de la región. “La crisis sanitaria ha provocado una aceleración tremenda de los cambios que teníamos en mente. El covid nos ha demostrado que pensar en el futuro a medio plazo ya es tarde. Hay que hacerlo a corto plazo, porque sino la Universidad que se merece Asturias se nos queda por el camino”, explica el vicepresidente del Consejo Social, Pablo Junceda.

El plan, que coincide con la entrada en el rectorado de Ignacio Villaverde, se someterá a discusión el próximo mes en un Pleno, pero Junceda adelanta sus líneas fundamentales. Será un plan, dice, “abierto al exterior y especialmente a Iberoamérica”; que conjuga la digitalización y las personas; que refuerza la “función de la Universidad como eje de empleabilidad de los jóvenes” sin renunciar a las disciplinas básicas; que impulsa “lo mejor de la universidad española –el mérito, la capacidad y la carrera docente–” pero alejado de sus tics; que combina la investigación aplicada con la básica, “evitando enterrar a los científicos bajo el peso de la burocracia y la ausencia de financiación”; y que no olvida la igualdad, la protección a los más vulnerables y la sostenibilidad.

“Es un plan estratégico que, en definitiva, aboga por quitarse de una vez los complejos de quien piensa que las mejores universidades del mundo –aunque sean privadas– poco o nada pueden aportarnos o enseñarnos y que propone hacer desaparecer los rancios complejos de que los empresarios deben estar lejos de la Universidad, sencillamente porque sin ellos la institución y la mejor formación carecen de sentido”, resume el vicepresidente del Consejo. Junceda cree que la Universidad de Oviedo debe “cuidar y proteger lo valioso que tiene (que es mucho), pero desterrar de una vez por todas lo que impide, ralentiza y retrasa el acceso a los mejores modos de formar y aportar valor a la sociedad asturiana que necesita más que nunca una Universidad que sea referente”.

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