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Optimismo en Oviedo tras relajar restricciones: “El final se acerca”

Canteli, “muy contento” por el fin del cierre perimetral, pide “no bajar la guardia” contra el virus para evitar volver al nivel “4 Plus”

La vida vuelve al interior del chigre

La vida vuelve al interior del chigre Amor Domínguez

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La vida vuelve al interior del chigre Lucas Blanco

“Ojalá esto sea el principio de un final que parece más cerca”. Tras la barra, con las pilas cargadas y dispuesto a hacer todo lo posible para “ir recuperando poco a poco” el terreno perdido. Así se mostraba Alfonso Menéndez en su sidrería de la calle Gascona, donde los clientes disfrutaban de los primeros culetes “de interior” tras más de un mes en el que solo se podían usar las terrazas a causa del cierre perimetral y las restricciones del nivel “4 Plus”, dejadas atrás ayer por la capital. “Si esto no ye seguro, los supermercados tampoco”, indicaba María Teresa Bernaldo, veterana lagarera de Lugones que no quiso perderse una reapertura que fue motivo de alegría contenida para el Alcalde. “Estoy muy contento, pero no podemos bajar la guardia si queremos contener al virus”, indicó Alfredo Canteli.

Las ganas de los ovetenses por entrar en el bar quedaron patentes desde primera hora. “Se agradece tomar el cafetín a techo”, indicó Alberto Fernández, trabajador del Ayuntamiento que durante los 35 días de cierre se las veía y deseaba para buscar dónde poder hacer un alto en el camino en su jornada.

Los pasillos de Parque Principado, llenos. | Irma Collín

Otros reconocieron la satisfacción de poder volver a leer LA NUEVA ESPAÑA sin temor a las inclemencias del tiempo que lo dificultaban en las terrazas. “La compro todos los días, pero me encanta echarle mano cuando salgo a tomar algo”, apuntó Luis Serrano desde una cafetería de la céntrica calle Llamaquique.

Aunque el sol y el miedo al virus favorecieron una mayor ocupación en las terrazas, los interiores fueron más demandados a la hora de comer. Los vermús y los menús del día llenaron (con las limitaciones generales impuestas) algunos comedores, pero no todos, pues varios hosteleros de Gascona y la Ruta de los Vinos irán abriendo progresivamente esta semana. “Vuelven a tomar decisiones sin consultarnos”, se quejaba Edén Jiménez, de la Ruta de los Vinos, por la falta de comunicación directa del Principado con el sector.

Luis Serrano, leyendo LA NUEVA ESPAÑA en una cafetería de Oviedo.

Los clientes incondicionales, por su parte, llamaban a confiar en la profesionalidad de sus chigreros de cabecera. “Habiendo distancia no hay peligro”, sentenciaba José Enrique Fernández mientras pedía a gritos “otra botellina” para compartir con su habitual compañero de fatigas. “Yo tomo lejía si fae falta”, comentó José Rodríguez con humor para explicar su pasión por la bebida autóctona.

El levantamiento de las restricciones fue recibido con los brazos abiertos más allá de los límites municipales. Parque Principado vio cómo la llegada de compradores de la capital revivía unos pasillos hasta ayer desangelados por la falta de público carbayón. “El fin de semana esperamos una gran afluencia”, confesó el director del centro Fernando García entre compradores ansiosos por renovar su vestuario tras más de un mes sin poder acudir a sus tiendas de referencia. “A ver si de esta va la vencida y no nos cierran más”, clamaba la trabajadora Inés Pérez, “un poco harta” de tener que ir “de ERTE en ERTE” por las restricciones.

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