La pandemia de covid-19 ha acrecentado el nivel de vulnerabilidad de los pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV), una enfermedad que en Asturias padecen 24.345 personas y que es la causante de los casos más graves de ictus, la primera causa de muerte en la región. Según el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), Rafael Martínez, la fibrilación auricular no valvular es la arritmia más común y aparece cuando la frecuencia cardíaca se produce de forma acelerada. “El corazón tiene un ritmo regular. En la fibrilación auricular ese ritmo se pierde y se vuelve irregular, lo que provoca que la sangre no circule de una manera fluida. Esto provoca, a su vez, que toda esa sangre que no circula de manera adecuada tenga tendencia a trombosarse”, destaca Jesús María de la Hera, cardiólogo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y expresidente de la Sociedad Asturiana de Cardiología.