El miedo al contagio ha retraído a las familias hasta duplicar las tasas de ausencias injustificadas de alumnos en las aulas de Primaria. El hecho y sus motivaciones han sido constatadas en estos términos por la Consejería de Educación del Principado, con un matiz que circunscribe el problema “a casos concretos que están identificados” en apenas dos decenas de colegios. En respuesta a una pregunta planteada por el diputado de Ciudadanos en la Junta Luis Fanjul, la Consejera confirma que los niveles de absentismo detectados en el primer trimestre del curso han multiplicado por más de dos los de la fase inicial del ejercicio 2019-2020, el último trimestre “normal” antes del estallido de la pandemia.
Comparando, el departamento que dirige Carmen Suárez confirma que entre el 22 de septiembre y el 23 de diciembre se pusieron faltas en un 1,29 por ciento de los “tramos lectivos” del ciclo, una unidad de medida que divide en cinco partes cada jornada escolar. La tasa sube desde el 0,55 del curso anterior.
Si desmenuza el dato, no obstante, la administración educativa asturiana se tranquiliza. Dice haber localizado el origen del incremento en “el efecto de apenas una veintena de centros o comunidades educativas” que no concreta pero en los que las familias, resalta, “han sido mucho más remisas a enviar a sus hijos por la actual situación epidemiológica”. El análisis efectuado observa en estos colegios, apenas uno de cada diez de los 230 de titularidad pública que imparten Primaria en Asturias, tasas de absentismo que llegan a triplicar la media regional y a situar sus niveles por encima del cuatro por ciento en el trimestre analizado.
Es la constatación estadística de la retracción que desde el inicio del curso se ha percibido en ocasiones a simple vista y que en al menos dos casos ha hecho intervenir a la Fiscalía de Menores del Principado. A instancias del Ministerio Público, el juzgado de Cangas del Narcea ha abierto causa contra unos padres que se negaron a llevar a sus hijos al colegio y en cuya conducta se aprecian indicios de un posible delito de abandono de familia y otro de desobediencia. La Fiscalía ha apercibido también a una pareja de Oviedo del riesgo en que incurren si persisten en su resistencia a escolarizar a los niños. La familia ha aducido que tiene un paciente de riesgo, que está convencida de que el centro no respeta el protocolo anticovid y que ha decidido que los niños hagan sus tareas en casa. La defensa de la salud de los pequeños también fue el argumento de la familia de Cangas del Narcea encausada por el absentismo de sus hijos.
Los casos del temor al virus que acaba dejando a los niños en casa se han espolvoreado por la región a lo largo de este segundo curso de la pandemia. Por ejemplo en Grado, donde en plena efervescencia de los brotes declarados a mediados de enero las familias decidieron masivamente renunciar a enviar a los niños durante varios días entre críticas a los cambios de criterio de la Consejería sobre el cierre de los centros.
Educación resalta que los niveles de absentismo detectados no traspasan los umbrales preocupantes, ubicados en torno a tasas del diez por ciento, y detecta, en un dato aún no actualizado después del 30 de noviembre, cotas similares a las del curso pasado en Secundaria, donde la tasa de ausencias del 3,22 por ciento eleva levemente el 3,17 del mismo periodo del ejercicio anterior.
Las faltas
- El doble. Los tutores de Primaria han registrado ausencias no justificadas de alumnos, de día completo o por tramos lectivos, en un 1,29 por ciento de los periodos en los que divide cada una de las 63 jornadas lectivas del primer trimestre. En el último inicio de curso sin pandemia, el ejercicio 2019-2020, la tasa fue del 0,55 por ciento.
- Los números. Los 230 centros públicos que imparten Primaria en la región tienen 32.586 estudiantes. Multiplicados por cinco tramos lectivos diarios y por las 63 jornadas del primer trimestre, salen 10.264.590 tramos. De ellos, se han detectado ausencias injustificadas en 132.575.
