La situación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) vuelve a preocupar a las autoridades sanitarias de la región. La razón: que, pese a la bajada de la incidencia del coronavirus en las últimas semanas, y al consiguiente descenso de las cifras de hospitalizados en las plantas, en las áreas de enfermos críticos la caída es muy lenta. Por consiguiente, se teme que un hipotético inicio de la cuarta ola pandémica pueda pillar a Asturias con alrededor de un centenar de infectados en la UCI.
“Sería muy peligroso”, indican algunos responsables de la red sanitaria. La diferencia es muy notable con relación a las olas anteriores. La segunda empezó a subir a mediados de septiembre del año pasado con una decena de pacientes con covid en cuidados intensivos; y la tercera ola, a principios del pasado enero, inició el despegue con pocos más de 50. Ayer, domingo, Asturias amaneció con 271 enfermos de coronavirus en planta y 106 en las UCI. Tan lento está siendo el descenso en las áreas de críticos, que en el momento actual en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hay una cifra muy similar de enfermos en los dos formatos de hospitalización.
¿Qué está sucediendo ahora? No existen explicaciones unánimes: unos hablan del impacto de la cepa británica del coronavirus, otros ponen el acento en la cadencia natural en el proceso infección-hospitalización en planta-ingreso en UCI, pero lo cierto es que los responsables sanitarios albergan un serio temor hacia lo que significaría un inminente inicio de la cuarta ola con una ocupación tan elevada de las áreas de críticos. “La estancia media del covid en planta es de unos ocho días. En UCI, es mayor de veinte días. Esta diferencia hace que haya bajado más rápido el volumen de ingresados en planta respecto a UCI”, señaló Álvaro González Franco, jefe del servicio de Medicina Interna del HUCA, quien no descarta que estén influyendo “otros factores”.
Dolores Escudero, jefa de la UCI del complejo sanitario ovetense, sostiene que lo que ahora sucede “ya pasó en la segunda ola”. Y agrega: “Los pacientes tardan en ingresar en la UCI, ya que el pulmón se deteriora mucho sobre el décimo día de evolución, y luego la estancia en cuidados intensivos es larga, más de tres semanas, con lo cual nosotros siempre vamos con un mes de retraso”.
Si se analizan los datos con calma, se observa que esta aproximación entre los pacientes de planta y los de UCI es, cuando menos, llamativa. Por poner un ejemplo, fue el pasado 16 de noviembre cuando los hospitales del Principado registraron el mayor lleno de pacientes de covid de toda la pandemia. Pues bien, ese día había en planta 894 enfermos y, en las UCI, 143. Dos días después, las unidades de críticos tocaron techo: 150 pacientes con coronavirus. Se observa que en las plantas había entre cinco y seis veces más pacientes que en las UCI.
En la bajada de la segunda ola, los hospitales de la región llegaron a un mínimo de 53 infectados de covid-19 en las UCI, y en ese momento había 236 en las plantas (más de cuádruple).
En términos generales, se da por bueno el dato que entre el 20 y el 25 por ciento de los hospitalizados acaban pasando a la UCI a la vuelta de unos días.
Langreo, Laviana y San Martín del Rey Aurelio, en riesgo de cierre perimetral
La sombra de los cierres perimetrales vuelve a planear sobre varios concejos asturianos. Las cifras de nuevos contagiados oscilan y eso cambia situaciones de un día para otro, pero ayer los concejos de Langreo, Laviana y San Martín del Rey Aurelio se hallaban a dos jornadas de sobrepasar los umbrales establecidos por la Consejería de Salud para decretar la entrada en vigor de las medidas adicionales de la fase “4 Plus”. Entre estas restricciones figuran el cierre perimetral del municipio, el límite de un máximo de cuatro personas para reunirse o la clausura del interior de los bares.
En el caso de Langreo, sería la primera vez que se ve sometido al cierre perimetral en esta tercera ola. Hasta la fecha, ha librado varias veces por los pelos. En los casos de Laviana y San Martín del Rey Aurelio, de producirse, sería su segundo periodo en la fase “4 Plus”, de la que salieron a finales de febrero.
La alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, aludió ayer a la posibilidad de que el concejo se vea afectado por el cierre perimetral: “No hemos recibido ningún tipo de comunicación por parte del Principado porque parece ser que sí, que la incidencia es alta y está subiendo, pero que los focos están localizados. Mientras la trazabilidad siga siendo alta, de momento Langreo está salvado”.
En el conjunto de Asturias, la Consejería de Salud notificó ayer 134 nuevos casos de covid-19 diagnosticados el sábado. En esa misma jornada se registraron 34 ingresos en planta y 5 en cuidados intensivos (UCI). Además, se computaron 3 altas (una cifra muy baja por ser fin de semana). El sábado fallecieron dos mujeres por coronavirus, de 69 y 84 años. Se realizaron 2.531 pruebas y la tasa de positividad se situó en el 6,68 por ciento.
