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La Semana Santa va rodada

Los autocaravanistas serán los únicos que puedan viajar por Asturias, siempre que cumplan con los cierres y el toque de queda

Kevin Costas, Roberto Sánchez y Jonathan Ramos, ayer con su furgoneta camper en el aparcamiento de El Rinconín, en Gijón LNE

Con hoteles, campings y casas rurales cerradas, el turismo itinerante será la única oportunidad de poder viajar en Semana Santa. Los propietarios de autocaravanas se podrán desplazar por Asturias siempre que cumplan con las restricciones impuestas por el Principado para evitar la propagación del coronavirus. Es decir, no se podrá entrar ni salir de municipios que estén sometidos a un cierre perimetral y habrá que observar el toque de queda. No se puede circular ni permanecer fuera de la autocaravana después de las 22.00 horas.

La Delegación del Gobierno en Asturias confirmó a LA NUEVA ESPAÑA que se puede viajar por Asturias en autocaravana y que también se podrá hacer en Semana Santa. “Se mantiene la misma regulación que había hasta el momento”, aseguraron fuentes de la Delegación. En esa regulación no se hace referencia a la prohibición de viajar y pernoctar en vehículos vivienda. En el decreto del Principado con las medidas para Semana Santa, que se publicó la tarde del lunes, tampoco se hace referencia a este tipo de turismo.

José Luis Villares, presidente del Club Autocaravanista del Principado de Asturias, estaba a la espera de esa normativa oficial. “Hasta el momento estamos saliendo y confiemos en que las cosas no cambien, pero tenemos que verlo por escrito”, explica. Eso sí, Villares pide a los usuarios de este tipo de vehículos “que utilicen los aparcamientos de descanso y pernocta”, las conocidas áreas de autocaravanas que existen en prácticamente todos los concejos asturianos. Villares hace otro llamamiento: “Que se cumpla la normativa que rige este tipo de turismo”. Es decir, no pernoctar en zonas prohibidas, no sacar mesas ni sillas cuando no esté permitido, y, desde luego, respetar el medio ambiente. Sentido común.

Así que los propietarios de autocaravanas y vehículos vivienda homologados, como las furgonetas camperizadas, ya tienen la mirada puesta en las próximas vacaciones de Semana Santa. Serán de los pocos que podrán viajar y pernoctar fuera de casa, al margen de aquellos que tienen una segunda vivienda.

Uno de estos viajeros itinerantes es el gijonés Jonathan Ramos, que desde hace cuatro posee una Wolksvagen T4 California. O sea, una coqueta autocaravana equipada con dos camas, calefacción, nevera y cocina. Es su vehículo de diario. Lo emplea tanto para hacer escapadas de fin de semana como para acudir a su puesto de trabajo. Ayer, se le podía encontrar almorzando en el aparcamiento de El Rinconín, en Gijón, junto a varios amigos. Queda tiempo aún para Semana Santa, pero el joven ya asegura que algún viaje por el interior de la región sí que hará. “Pasaremos algún día fuera y dormiremos, pero siempre con cuidado”, indica. Para Ramos, lo mejor de tener una autocaravana es la libertad que un vehículo de esas características proporciona. Y en tiempos de coronavirus, más todavía. “Lo que uno busca al comprar esta clase de coches es viajar por tu cuenta. Estar tranquilo”, sostiene. Cosa que, últimamente, no le ha sido sencilla. “Esto pegó un boom tremendo. A veces cuesta estar solo”, dice. Para cuando se levante el estado de alarma, Ramos y sus amigos planearán algún viaje. Francia parece ser el destino que más se acomoda a sus gustos. “Las restricciones dependen mucho de la clase de autocaravana. Hay amigos que no tienen un vehículo homologado y no lo pueden usar para dormir”, zanja.

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