“Que una entidad como Fundación la Caixa te elija como beneficiario de sus ayudas a nivel nacional es síntoma de que estamos haciendo las cosas bien, ya que hay que cumplir diversos requisitos para acceder a ellas.” Estas son palabras de Yaiza Herrera, trabajadora social de la Asociación Equitación Positiva, la cual cuenta con 115 socios y desarrolla desde 2003 terapias asistidas con caballos. De estas se benefician 90 personas con diversidad funcional o con cualquier tipo de problemática que no tengan ninguna contraindicación para la realización de la actividad, la mayoría de ellas niños y jóvenes de Oviedo y su entorno, aunque acuden desde diversos puntos de la región e incluso de otras regiones en periodos vacacionales.

El objetivo principal de la terapia es mejorar la calidad de vida de los beneficiarios de estas terapias, así como lograr una rehabilitación física del usuario, fomentar la adquisición de conceptos y mejora de la comprensión, así como de la independencia, además de promover la adquisición de habilidades sociales, conseguir una regulación adecuada de la conducta, mejorar la atención y la concentración, fomentar la participación autónoma y una mejora de la comunicación.

Desde junio de 2020, cuentan con una subvención de 28.000 euros de Fundación la Caixa, que eligió su proyecto dentro de sus convocatorias de ayudas a iniciativas sociales. Una inyección no solo económica, apunta Herrera, sino también de moral, puesto que llegó en un momento complicado a causa de la pandemia de coronavirus. “Cuando en marzo del pasado año se decretó el estado de alarma, nuestra actividad estuvo parada todo el tiempo que duró la cuarentena, es decir, hasta comienzos del verano, y, aunque seguimos contando con la subvención del Ayuntamiento de Oviedo, el número de usuarios se redujo, y con ello los ingresos”, añade la trabajadora social de Equitación Positiva. “Por ello, gracias a Fundación la Caixa pudimos continuar con nuestro proyecto, pagar a los monitores y asegurar el mantenimiento de los caballos al menos hasta junio de este año”, afirma.

Las sesiones de terapia asistida, según cuenta Yaiza Herrera, se llevan a cabo por un equipo de ocho personas integrado por una psicopedagoga, una trabajadora social –estas dos cumplen una doble función de encargadas ecuestres–, un fisioterapeuta, una psicóloga, una logopeda, una terapeuta ocupacional y un auxiliar y un mozo de cuadra , los cuales velan por el bienestar de los diez caballos que participan en las sesiones, algunos de ellos cedidos para tal fin por propietarios privados. “La titularidad del animal sigue siendo de ellos, pero nosotros los cuidamos, los alimentamos”, cuenta. Y es que el bienestar de los equinos es fundamental para el correcto desarrollo de la terapia. “No vale cualquier caballo, tienen que tener un carácter tranquilo y seguir un entrenamiento como el de cualquier otro caballo, pero debemos mantenerlos siempre en perfectas condiciones, que no estén estresados, sino relajados y en buen estado general de salud”.

Sesiones semanales e individualizadas

La Asociación Equitación Positiva desarrolla su actividad en el Centro Ecuestre El Asturcón de Oviedo. Todas las sesiones son individuales, incluso las derivadas de su convenio con el SESPA, a las que acuden personas con trastornos mentales graves. “Vienen en grupos de tres, aunque la atención es individualizada y cada uno de ellos realiza la sesión de forma totalmente personalizada”, revela Herrera.

En cada sesión, que suele tener periodicidad semanal, participan el usuario y un profesional adaptado a sus necesidades, el cual pauta el trabajo a realizar para alcanzar los objetivos marcados con anterioridad conjuntamente con el usuario.

Estas sesiones se llevan a cabo durante todo el año, meses de verano incluidos, y pueden ser de tres tipos diferentes: la hipoterapia –rehabilitación estrictamente física–, la equitación terapéutica –se utiliza en los casos de terapia a nivel cognitivo, educativo o social– y el volteo terapéutico –actividad que se realiza en grupo, por lo que se hace de manera puntual, con grupos a los que les puede beneficiar en algún aspecto–. En función de las necesidades, los profesionales optarán por una u otra.