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Formación Profesional, la mina de trabajo por explotar: “Casi todos salen con empleo”

Los profesores de FP aseguran que las empresas les demandan, incluso con la crisis por el covid, más graduados de los que salen | Huir de la “estigmatización” de los ciclos medios y dar a conocer sus contenidos y éxito, gran reto para surtir un mercado laboral huérfano

Formación Profesional, la mina de trabajo por explotar: "Casi todos salen con empleo"

Formación Profesional, la mina de trabajo por explotar: "Casi todos salen con empleo" Amor Domínguez

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Formación Profesional, la mina de trabajo por explotar: "Casi todos salen con empleo" Amor Domínguez

Esta información ha sido elaborada por: Félix VALLINA, Luján PALACIOS, J. VIVAS, A. ILLESCAS, I. GARCÍA, Ana M. SERRANO y E. SAN ROMÁN

En la Asturias convertida en un erial laboral para los jóvenes, que con la pandemia se ha alzado como la región española con más menores de 30 años inactivos, existe una mina de trabajo que está infrautilizada, cuya explotación se podría optimizar con el fin de surtir a las empresas de perfiles profesionales que están demandando.

“Nuestros estudios todavía están mal vistos”, coinciden en denunciar profesores de grados no universitarios

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Se trata del sector educativo de la Formación Profesional (FP), al que el ámbito empresarial reclama un gran número de jóvenes formados que ellos no son capaces de satisfacer al no contar con la suficiente cantidad de graduados en sus ciclos. Es decir, el mercado laboral asturiano adolece de una notable falta de estudiantes de FP. “Aquí casi todos salen con empleo”, se atreven a decir los profesores de diferentes ramas de estudio de ciclos medios impartidos en diversos puntos de la región. LA NUEVA ESPAÑA ha reunido el testimonio de siete docentes para analizar la oportunidad laboral que está perdiendo la región en tiempos tan duros para el empleo y la emancipación de los jóvenes asturianos. ¿Y qué hace falta para desbloquear este surtidor de trabajo tan infrautilizado? Lo primero, retirar prejuicios. “La FP todavía está mal vista, cuando es igual de digno hacer un módulo que una carrera universitaria, e igual es más sencillo conseguir trabajo”, señalan. Huir de esa estigmatización es clave. Asimismo, los profesores reclaman campañas de información para dar a conocer sus grados de FP y la alta colocación laboral que estos logran.

Profesora de la especialidad de Procesos Sanitarios en el Centro Integrado de FP de Cerdeño

Mar Alemán Velado: “La FP no tiene casi paro, pero todavía es la gran desconocida”

La profesora Mar Alemán, ayer, en el Centro Integrado de Formación Profesional de Cerdeño. | Irma Collín

Mar Alemán lleva 31 años ejerciendo como docente y cada vez tiene más claro que la Formación Profesional es el mejor camino para acceder al mercado laboral, sobre todo en los tiempos que corren. Actualmente es profesora de la especialidad de Procesos Sanitarios en el Centro Integrado Cerdeño, en Oviedo, y las cifras que maneja avalan con creces su postura. “De los 458 alumnos que terminaron el año pasado cualquiera de nuestros ciclos formativos, 202 ya están trabajando”, explica. Pero esos números, que alcanzan casi el cincuenta por ciento de empleabilidad, aún no dicen toda la verdad sobre los beneficios de este tipo de enseñanza. “No es que la otra mitad estén en el paro, casi todos los que no tienen empleo siguen estudiando. Con esta formación se puede acceder a grados universitarios y, además, con muchas asignaturas convalidadas. Muchos de los alumnos del ciclo de Sistemas de Telecomunicaciones, sin ir más lejos, pasan a hacer la ingeniería. Y lo mismo pasa con la rama sanitaria, que da acceso a grados como los de Medicina, Enfermería o Fisioterapia”, señala Mar Alemán.

En Cerdeño se ofrecen hasta 18 ciclos formativos de cuatro ramas distintas y el centro acoge a diario a más de 1.400 alumnos. Aunque la mayoría de sus ciclos dan acceso directo al mercado laboral, algunos destacan por encima de otros. Uno de ellos, según Mar Alemán, es el de Electromedicina. “Comenzó en el año 2018. Los alumnos se forman para trabajar con la maquinaria que se usa en los hospitales y la demanda es altísima. Pero no es el único, cada semana nos llegan solicitudes de empresas de distintas ramas que necesitan perfiles como los que tenemos en Cerdeño”, explica la profesora. Alemán insiste: “La Formación Profesional no tiene prácticamente paro, pero aún sigue siendo una gran desconocida”.

Profesor del departamento de Calderería del centro de FP Revillagigedo de Gijón

Javier Núñez García: “Las empresas no logran cubrir los puestos que demandan aun en pandemia”

Javier Núñez, en el centro, en una clase de primero de Soldadura y Calderería en el Revillagigedo. | MARA VILLAMUZA

La Soldadura y la Calderería pueden sonar a profesiones de otro tiempo, pero lo cierto es que tienen demanda, y mucha. Tanta que a los centros de FP les cuesta surtir de profesionales un mercado laboral muy dinámico. Las causas de este desfase las explica Javier Núñez, profesor del Departamento de Calderería del centro de FP Revillagigedo, en Gijón: “Aún hoy en día existe mucho desconocimiento de la Formación Profesional por parte de la sociedad en general, todavía cuesta vencer la tendencia de hacer inicialmente un Bachillerato y posteriormente estudios universitarios”, sostiene.

Una situación de anomalía cuando muchos universitarios están en paro y “las empresas no logran cubrir los puestos que se necesitan, ni los centros educativos la demanda que hay, aun en tiempos de pandemia”, recalca Núñez. En su caso, incluso han tenido que declinar algunas propuestas de realizar prácticas de algunas empresas del sector del metal “por falta de más alumnado que termine los estudios”.

Y es que el sector industrial, aun viéndose afectado por la crisis sanitaria, “sigue teniendo demanda de profesionales para incorporar a sus plantillas, varios proyectos pospuestos por la pandemia se están reactivando de nuevo poco a poco”, indica el docente, que señala cómo “varias empresas nos han manifestado el interés para recibir alumnos en prácticas con una posible colocación a su finalización; si todo va bien, son varios los alumnos que van a tener la oportunidad de un contrato laboral”.

En los últimos años, “se ha favorecido mucho la modalidad de contrato en prácticas para los alumnos y el contrato de relevo”, razona, antes de proponer recuperar la figura del aprendiz y de pedir más dotación económica para los centros, “para que puedan estar más al día en cuanto a dotación y maquinaria, actualizando los currículos y acercándolos más a la realidad”.

Profesor de Automatismos Neumáticos e Hidráulicos en el campus de FP de Langreo

Heliodoro de la Rosa: “Las empresas se rifan a los alumnos en el ciclo de Frío Industrial”

Heliodoro de la Rosa, junto a un alumno, ayer, en su clase en el campus de FP de Langreo.

Heliodoro de la Rosa es profesor de Automatismos Neumáticos e Hidráulicos dentro del grado de Electromecánico que se imparte en el campus de FP de Langreo y responsable, además, de la Unidad de Coordinación de Empleo. “Tengo los datos de dónde está cada uno de los alumnos que han pasado por el centro”, aclara, dando cuenta del seguimiento que realizan a sus estudiantes. En este sentido, la inserción laboral en el primer año, con datos tomados en noviembre de los alumnos que acabaron en junio, “es del 58%”. Pero sube al 84,13% cuando pasan cuatro años más. A pesar de ello, “los ciclos formativos que más salida tienen no tienen igual demanda de alumnos, como pasa con Frío Industrial; las empresas se rifan a los alumnos y tenemos muchas ofertas, además esto ha hecho que se incremente el sueldo que cobraban normalmente en estos empleos”.

De la Rosa considera que “no hay un estigma con el FP, lo que pasa que hay especialidades muy atractivas, como fotografía, DJ o trabajos al aire libre, que llaman mucho la atención de los alumnos, mucho más que los ciclos de FP de toda la vida”. ¿Y cómo solventan esta situación? “Pues o no sabemos explicárselo a los futuros alumnos o no están dispuestos a trabajar de esa manera, creo que es un debate que tendríamos que hacer”, apunta. También da cuenta de la necesidad de hacer “mayor promoción sobre los datos de ocupación, porque los chavales quieren trabajar, e igual hay que hacerlo más visible”. Otro aspecto que destaca De la Rosa es lo que considera “la guerra del alumnado” porque “ya no quieren que vayamos a los centros de Bachillerato a explicar nuestra oferta porque creen que les estamos robando alumnos; pero no es eso, es abrirles las puertas para que sepan todas las opciones que tienen”.

Profesor de Electromecánica de Automóvil en Noreña

Ricardo Fernández: “Es igual de digno hacer un módulo, e igual es más sencillo conseguir trabajo”

Con jersey rojo, Ricardo Fernández, con un grupo de alumnos: por la izquierda, Alberto García, David Fernández y Carlos Candás.

Ricardo Fernández es profesor de Formación Profesional (FP) en el IES Noreña, donde imparte clases de electromecánica de automóviles, lo que comprende varios módulos de los que, según explica, “todos salen con trabajo”. De hecho, asegura que “muchas veces quedamos mal con las empresas porque no tenemos chavales suficientes para mandarles”. Pero si la salida laboral está prácticamente asegurada, ¿por qué tan pocas personas optan por esta vía?

A juicio de Fernández, se debe, principalmente, a que “la FP está mal vista”. Considera el profesor que siempre se la ha asociado “con los más torpes de la clase”, llegando a crear “un cierto estigma”. Por ello, en su lugar, “las familias prefieren que sus hijos tengan un bachiller y un título universitario, aunque sea igual de digno hacer un módulo, y quizás más sencillo conseguir trabajo”. El docente defiende que “la FP es un título importante, de carácter europeo y que forma a profesionales muy demandados”. Añade Fernández que “no todo el mundo vale para lo mismo o tiene las mismas habilidades”.

Sin embargo, observa varios problemas. El primero, “que los jóvenes, con 14 o 16 años, no saben qué hacer y muchas veces llegan desinformados”. Esto provoca que, “de los que empiezan en primer curso, solo acaben un 45% en segundo”, menguando incluso más el número de profesionales disponibles en algunos sectores.

El docente noreñense plantea que sería necesario volver al modelo de aprendiz, como se contemplaba antes en la industria asturiana. “Por ejemplo, en un taller mecánico en el que solo trabaja un autónomo, el dueño, no es posible pagar lo que les cuesta tener a un chaval recién salido del módulo, ese dinero no lo saca”. Considera Fernández que con una rebaja en las cuotas sociales o una beca se facilitaría que los jóvenes pudieran adquirir experiencia.

Director del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Avilés

Luis Fernando Gijón: “Hemos hecho convenios con pequeñas firmas porque las grandes ahora están reticentes” 

Luis Fernando Gijón, director del CIFP de Avilés.

Luis Fernando Gijón dirige el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Avilés, que es el espacio educativo con más matrículas de la ciudad, superando las 1.700, una cifra que batió todos los récords de alumnado este curso. Gijón defiende que la colocación de su alumnado en empresas “va bien y se cubrirá toda la demanda”; sin embargo, incide en que se ha abierto un “nuevo mercado con acuerdos alcanzados con pequeñas y medianas empresas antes que con las grandes”. “Las prácticas en empresas son importante en todos los ciclos formativos que ofertamos desde soldadura, pasando por carrocería y hasta llegar a administración o química”, señala el director del CIFP avilesino. “Podemos colocar a los alumnos sin problema pero para ello firmamos nuevos convenios porque las grandes empresas están más reticentes, quizá por la situación de los ERTE u otras cuestiones”, abundó Luis Fernando Gijón. Sobre el mercado laboral y el acceso de los jóvenes en esta renovada crisis económica, el director del CIFP avilesino insistió en la necesidad de invertir más en la educación. “Cuanta mejor formación tengan los alumnos, habrá más inserción a la hora de encontrar un trabajo”, remarcó Luis Fernando Gijón, que defendió además que la mejora de las instalaciones de los centros educativos y su ampliación –es una demanda histórica en su equipamiento– conllevará un ”mejor desarrollo del sistema educativo y plantea además la posibilidad de ofertar más plazas”. “Con nuestro papel como educadores es lo que podemos pedir, no tenemos influencia en la empresas ni capacidad para legislar, pero sí para demandar una mayor apuesta por la educación, más inversiones; esa es nuestra receta para que los alumnos estén más preparados para acceder al mercado laboral”, concluyó Luis Fernando Gijón.

Profesor del grado de Electromecánica en el centro de Formación Profesional de Luarca

Javier Cagide: “Hace falta una campaña para contar qué hacemos en nuestros grados”

El profesor de Electromecánica de Luarca Javier Cagide, ayer, con sus alumnos. A. M. Serrano

Javier Cagide es profesor del ciclo medio de Electromecánica en el instituto Carmen y Severo Ochoa de Luarca y siempre ha visto a sus alumnos lograr empleo al acabar los estudios. “Sin embargo, parece que aquí se matriculan los que ‘no valen para estudiar’ y eso no es así”, lamenta. Cagide reflexiona sobre “las grandes oportunidades” que genera la Formación Profesional (FP), muy ligada a las prácticas, al tiempo que señala que la sociedad sigue si ver “con buenos ojos” estos estudios. “La mayor parte de los alumnos que llegan a Formación Profesional quieren estudiar un grado en concreto y no otras materias de otras ramas del saber y, en este sentido, están mucho más implicados”, destaca. El profesor luarqués asegura que se debe acabar con el estigma de la FP. Para ello, “hay que invertir en campañas que cuenten qué hacemos aquí”, dice. En la sala donde imparte clase este curso atienden sus lecciones diez alumnos, seis más que el año pasado. “Y ya es un éxito rotundo de matrícula”, destaca. Con respecto a ampliar la formación de grado medio, como será el caso de Luarca, que acogerá el curso que viene Soldadura y Calderería, advierte que lo “óptimo” es tener en la zona rural la Formación Profesional Básica. “Es el vínculo natural de los grados y, además de eso, permite a los alumnos estudiar eso que les gusta si no tienes interés por los dos últimos cursos de Educación Secundaria”, opina.

Jefe del departamento de Automoción del centro de FP de Llanes

José Antonio González Muñiz: “Si empezamos a valorar la FP desde dentro, adelantaremos terreno”

José Antonio González Muñiz, ayer, con sus alumnos. | E. S. R.

“Óscar González Vigil estudió con 16 años el ciclo de Electromecánica de Vehículos en el Instituto de Llanes. A los 18 aprobó un examen para entrar en la ITV del Oriente. Compatibilizó su empleo con más formación y así concluyó el grado superior. Ahora se forma para ser docente y enseñar a futuros alumnos su propio camino”. El ejemplo lo narra José Antonio González Muñiz, jefe de departamento de Automoción del centro. Con él quiere mostrar que “la FP tiene infinidad de salidas”, pese a que elegir estos estudios frente a los universitarios “se siga viendo como algo inferior”. La salida laboral, insiste González, “es casi del 100%, a nosotros nos vienen empresas a pedir chavales para trabajar y no los tenemos”, asume. Actualmente, “hay 12 alumnos en primero y 13 en segundo, claramente insuficientes para cubrir la demanda”. En su departamento llevan “años” luchando por dar una alternativa a “jóvenes que no terminen la ESO”. Para ellos piden al Gobierno regional implantar la FP Básica y así “no solo permitir que sigan estudiando, sino favorecerles una salida profesional asegurada”. De momento, no lo han logrado. “Si dotamos de más medios, más profesorado, más ciclos, si empezamos a valorarlo desde dentro, tal vez vayamos adelantando terreno. Aunque a veces los propios padres son quienes prefieren que sus hijos hagan una carrera universitaria en vez de un oficio. Es incomprensible”, lamenta.

Formarse en popa y a toda vela

El naval puja fuerte en el Occidente con un exitoso curso: “Así fijamos población y se evita tener que buscar trabajadores fuera”

Ribadeo (Lugo), T. C.

“Es una oportunidad muy buena para entrar en un sector que está en auge en la zona”, señala el tapiego Álex López. Es uno de los quince seleccionados en un curso de interpretación de planos del sector naval que se imparte estos días en la localidad lucense de Ribadeo con la colaboración del astillero castropolense Gondán. El momento dulce que vive el naval en el Occidente y la falta de formación especializada en la comarca provocaron una lluvia de solicitudes para este curso: se inscribieron cuarenta y tres personas y ya se ha organizado una segunda edición que comenzará a mediados de mes.

Entre los elegidos está también el gijonés Gerardo Rubio, con formación en la rama del metal y actualmente en paro. Cuando vio el anuncio del curso, no se lo pensó dos veces: “Está fenomenal para abrir puertas”. En general, los participantes buscan una oportunidad en un sector que de momento no acusa las consecuencias de la pandemia y que encara el 2021 con una buena cartera de pedidos. “Ahora mismo no hay otra salida aquí”, añade Luis Sanjuan, vecino de la localidad lucense de Vivero.

La Asociación de Profesores de Automoción de Galicia (Apaga) es la promotora de este curso y su presidente, Álvaro Doural, tiene claro que hay que adaptar la formación a las necesidades del territorio: “Tenemos que adaptarnos a lo que piden las empresas. No puede ser que las empresas vayan en AVE y el sector educativo en trenes de los de antes. Hay que responder y en ese camino estamos”.

Este es el primer acuerdo que Apaga cierra con el astillero Gondán, que lleva años reclamando formación especializada en la zona para evitar tener que traer a trabajadores de fuera. “Con cursos como este estamos fijando población y evitando que otra gente venga de fuera y nuestra gente se quede sin trabajo. Aparte de iniciativas turísticas hay que trabajar para que la gente tenga posibilidades de quedarse y no estén condenados a marcharse”, añade Doural, consciente de que empresas como Gondán generan una importante cantidad de empleos a uno y otro lado del Eo. “Gondán ha optado por la mejor opción para la zona, es una empresa arraigada aquí y que lucha por mantenerse”, añade el presidente de Apaga, que además es docente de Formación Profesional. En estos años, el astillero castropolense ha hecho frente a la falta de formación especializada en la zona ofertando sus propios cursos. De hecho, actualmente en Figueras está impartiendo uno de soldadura al que acuden el tapiego Álex López y el franquino Eduardo Acevedo. Ambos se apuntaron también a la propuesta ribadense y consideran que hacen falta “más oportunidades de formación aquí”. La mayoría de los alumnos desconoce que el Principado implantará el próximo curso un ciclo de soldadura y calderería en Luarca (Valdés), el primero en la comarca ligado al naval. Por otro lado, la Xunta tiene intención de promover en Ribadeo un curso de fabricación de barcos en fibra de vidrio, ante la gran demanda de profesionales que tiene la división de fibra de Gondán. No en vano, acaba de iniciar un importante pedido para construir diez ferries eléctricos para Portugal.

Alumnos del curso impartido en Ribadeo, durante una de sus clases. | T. C.

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