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Los expertos ven “precipitación” en las medidas sobre AstraZeneca

Salvador Tranche juzga necesario transmitir “serenidad” para frenar el nerviosismo y para López Acuña los cambios son “un sinsentido”

Astra Zeneca

“Mucho ruido y precipitación”. Es el diagnóstico de los expertos acerca de los cambios y decisiones que están adoptando los políticos sobre la administración de las vacunas de AstraZeneca después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) haya confirmado la relación con casos de trombosis venosa en varios países.

“Se trata de un número muy escaso, son casos muy excepcionales y hay mucho ruido y precipitación”, valoró ayer el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), el médico ovetense Salvador Tranche, quien considera conveniente transmitir un mensaje de “serenidad y tranquilidad porque el beneficio de ponerse la vacuna es mucho mayor que el riesgo”.

El presidente de los médicos de familia conoce de primera mano la inquietud que las medidas y cambios sobre AstraZeneca provocan entre la ciudadanía. “Existe mucho nerviosismo. La gente nos hace muchas consultas sobre esta vacuna, pidiendo opinión. Hay personas que están en la cola y cuando dicen que les van a poner la vacuna de AstraZeneca se dan la vuelta”, reconoció Tranche. “Lo primero que hay que exigir a una vacuna es que sea segura y luego que sea eficaz. Hay que transmitir un mensaje de prudencia. A la luz de los datos que tenemos, la vacuna de AstraZeneca es segura aunque nos faltan datos de la eficacia”, matizó el presidente de los médicos de familia.

Por su parte, Daniel López Acuña, exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y miembro del consejo asesor de la consejería de Salud de Asturias, considera que el mayor problema estos días está siendo que “las autoridades políticas de todos los niveles están reaccionando episódicamente a eventos del día a día” y tomando decisiones precipitadas. “Lo que deben hacer es tener una visión de conjunto, a largo plazo, para que la gente no reaccione a temores y opiniones, sino al riesgo real”, aclara el exdirectivo de la OMS . Y el riesgo real es “simplemente mínimo” y no más preocupante que el de “muchos otros medicamentos que se usan constantemente”, añadió.

López-Acuña defendió que la inoculación con AstraZeneca “se flexibilice por arriba y por abajo en rangos de edad”, es decir, que se vacune a jóvenes y mayores. Considera “un sinsentido” la modificación de esta semana, cuando se limitó la vacuna a personas de entre 60 y 65 años, y tilda de “insuficiente” la nueva ampliación hasta los 69. “No hay razón para no ir más allá de los 69 años ni por debajo de los 60. No entiendo esos límites. La evidencia científica no lo avala de ninguna manera. El riesgo de enfermar, ingresar o fallecer por covid-19 sigue siendo mayor al de sufrir trombosis por la vacuna”, aseveró el epidemiólogo y miembro del consejo asesor de la consejería de Salud de Asturias.

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