El presidente del Principado, Adrián Barbón, trasladó ayer su apoyo a su homólogo cántabro, Miguel Ángel Revilla, que fue increpado en la localidad de Astillero por un grupo de hosteleros que cuestionaba las nuevas restricciones impuestas al sector, incluido el cierre del interior de los establecimientos. “Los presidentes autonómicos que adoptamos medidas para contener la pandemia lo hacemos por responsabilidad, para evitar contagios y salvar vidas. Son decisiones difíciles, pero necesarias. Mi apoyo a Revilla, presidente de la vecina y hermana Cantabria, por su compromiso”, aseguró Barbón.

El incidente con Revilla tuvo lugar cuando el presidente acudía a vacunarse. Después, también ayer, quedó en situación de confinamiento preventivo por el positivo en coronavirus de uno de los integrantes de la mesa de negociación del fin de la huelga en la empresa SEG Automotive, en la que participó el viernes.