Los seres humanos y los ratones compartimos alteraciones moleculares que explican patologías relacionadas con el envejecimiento como el cáncer. Esta es la principal conclusión que arroja una investigación en la que han participado la Universidad de Oviedo, el Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA), el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN-CSIC) y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), entre otras instituciones.

El estudio, que acaba de ser publicado en la revista “Molecular Biology and Evolution”, describe una serie de patrones epigenéticos compartidos por ambas especies –son alteraciones moleculares en el genoma, que, sin necesidad de alterar la secuencia de nuestros genes, influyen en la forma en la que son leídos por las células– que pueden tener relevancia en el futuro desarrollo de fármacos u otras intervenciones contra el cáncer.