Tres vendedores a domicilio sin escrúpulos se sientan esta mañana en el banquillo de la sección segunda de la Audiencia Provincial acusados de estafar a ancianos vulnerables por toda Asturias por unos hechos ocurridos desde principios de 2016 hasta principios de 2017. A las víctimas les exigían una determinada cantidad de dinero a cambio de servicios o productos que finamente no les entregaban o que, en realidad, tenían precios inferiores. El fiscal pide penas que suman seis años de prisión para dos de los acusados, y una fuerte multa para el tercero. Entre los tres lograron sacar a los ancianos casi 12.000 euros. El juicio ya se convocó el pasado octubre, aunque se pospuso.

Entre los meses de enero y noviembre de 2016, dos de los acusados, comerciales de una mercantil, contactaron con diversos clientes de avanzada edad, perfectamente conscientes de su vulnerabilidad, y les requirieron la entrega de determinadas cantidades de dinero en metálico a cambio de servicios o productos no entregados o de precio inferior al exigido. En concreto, engañaron a cuatro personas residentes en Llanes, Avilés, Piedras Blancas y Corvera.

El tercer acusado, al que no le consta relación laboral con la mercantil, se personó el día 10 de febrero de 2017 en el domicilio de una mujer de 74 años residente en Oviedo y, a sabiendas de su falsedad, le exigió 20.000 euros, en concepto de IVA, por una compra de libros efectuada años atrás. La mujer se vio tan agobiada por este individuo que terminó entregándole 200 euros en efectivo.

La Fiscalía considera que los hechos protagonizados por los dos primeros acusados son un delito continuado de estafa, motivo por el que solicita para cada uno de ellos una condena de tres años de cárcel. En el caso del tercer implicado, habría cometido, siempre según la Fiscalía, un delito leve de estafa por el que le reclaman una condena de tres meses de multa, a razón de 12 euros diarios, lo que da un total de 1.080 euros. En concepto de responsabilidad civil, el ministerio fiscal solicita que los acusados abonen las correspondientes indemnizaciones a los perjudicados, que suman 11.825 euros.

Proliferación de engaños

Las personas mayores siempre han sido el colectivo preferido de los estafadores, pero con la pandemia se han multiplicado los fraudes. A los ancianos han intentado timarles últimamente con la venta de enciclopedias, con la administración de supuestas vacunas o con la falsa revisión del gas o del sistema eléctrico. Los estafadores se aprovechan de que muchos de ellos viven solos.