Los hosteleros asturianos llevan tiempo quejándose de la importancia que cada vez más clientes le dan tanto a las redes sociales como a las páginas en las que se escriben opiniones sobre los locales que en no pocas ocasiones no tienen porqué corresponder con la realidad. Y es que, tal y como aseguran muchos de ellos, basta con tener una cuenta en determinada página para poder opinar sobre un local. Da igual que seas cliente o el dueño de un local rival. Nadie pide que se demuestre que has estado en realidad en el local del que estás opinando.

Muchos señalan, además, que no es tan positivo como lo pintan ser el restaurante más valorado de toda una región o de toda una ciudad en Tripadvisor. “La gente a veces viene buscando cosas que no le puedes dar”, aseguran. El caso es que muchas de las quejas son, mantienen estos hosteleros, infundadas.

Y es que ese es precisamente un error. Considerar que lo que ha votado todo el mundo presupone, por ejemplo, un nivel de calidad superior. “Lo que valora la gente que viene es que se siente bien, que la calidad de la comida es buena pero nosotros tenemos manteles de papel y no de seda”, relatan desde este establecimiento que fue mucho tiempo el más valorado de Gijón en Tripadvisor.

Lo cierto es que cada vez es, guste o no, más común lo de buscar consejos en redes. Ya casi nadie utiliza un “boca oreja” que se ha sustituido poco a poco por la búsqueda. Pocos son los que acuden a un restaurante sin haber buscando antes opiniones sobre su fiabilidad.

De hecho páginas como Tripadvisor ya han sido sensibles a las críticas y se están buscando medios de que todas estas páginas puedan incluir un apartado en el que el cliente tenga que demostrar que efectivamente ha estado en el local. Algo que, por otra parte, puede dificultar mucho que acaben dejando opiniones con nombres y apellidos y que, por lo tanto, relegaría la importancia de estas páginas web que al final viven de todo lo que postean los usuarios.