Los gobiernos de la Comunidad Valenciana y de Baleares celebraron ayer una “cumbre bilateral” cuyo propósito es reforzar la sintonía que existe entre ambos ejecutivos en asuntos como la futura reforma de la financiación autonómica y para la presentación de proyectos comunes con los que competir de manera conjunta por el reparto de los nuevos fondos europeos de reconstrucción.
Los socialistas Ximo Puig, presidente valenciano, y Francina Armengol, presidenta balear, reafirmaron su propósito de que la “periferia mediterránea” gane peso en las decisiones del Estado. El encuentro llega además después de que, en el contexto de las conversaciones sobre Cataluña, el PSOE catalán (PSC) anunciar que ultima una propuesta de reforma de la financiación autonómica que favorecería a la propia Cataluña, a la Comunidad Valenciana y a Baleares.
Puig y Armengol asistieron a unas jornadas en Palma de Mallorca que ellos mismos cerrarán hoy y que quieren servir para demostrar que “hay vida más allá de Madrid, incluso vida inteligente”, en palabras de Puig a su llegada. “Se trata de un paso adelante en la manera de entender España”, defendió el presidente valenciano acerca de un encuentro, en el que, avanzó, iban a abordarse cuestiones como la reforma del sistema de financiación o cerrar proyectos conjuntos para competir por los fondos de la UE.
El objetivo de esta cumbre, añadió Puig, es “reforzar la alianza entre las dos comunidades, al mismo tiempo que se trabaja en iniciativas conjuntas para aprovechar de la forma más eficiente posible los recursos que pone a disposición de los gobiernos la Unión Europea” . Se pretende también implicar al conjunto de las dos sociedades: sindicatos y empresariales, cultura, prensa, así como las instituciones de ambas comunidades. Entre los asistentes a la cumbre figuran empresarios como Gabriel Escarrer (Melià), Sabina Fluxà (Iberostar), Adolf Utor (Baleària) o Carlos Bartomeu (Air Nostrum).
El encuentro hay que enmarcarlo en la llamada “Commonwealth del Mediterráneo” que propuso en noviembre el valenciano Puig y de la que Armengol se ha convertido en una de las principales abanderadas. La presidenta balear no sólo ha respaldado abiertamente la propuesta, sino que fue la primera en sumarse con el objetivo, defendió, de «bascular» España hacia el Mediterráneo.
Con la alianza entre comunidades, que con el presidente valenciano también tiene internamente en el PSOE, la presidenta Armengol busca que Balears gane peso en Madrid, con la mirada puesta en la financiación y en los fondos europeos. El Gobierno con sede en Mallorca aspira a concretar esa alianza en la reivindicación compartida de una nueva financiación y en la presentación de proyectos compartidos para financiar con los fondos de la Unión Europea.
En materia de financiación, la Generalitat Valenciana, con los niveles más bajos del país en financiación por habitante, es partidaria de dar mayor relieve al peso poblacional. El Ejecutivo de baleares aboga por que se valore en mayor medida que ahora la capacidad de recaudación fiscal al repartir los recursos del sistema. Ambos criterios podrían colisionar con las necesidades de otros territorios, como los del Noroeste (Asturias, Galicia y Castilla y León).
