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"Nunca intentar atrapar una cría de oso" y otros consejos básicos para que los turistas "sepan comportarse en la montaña"

La Fundación Oso Pardo, la Fundación Oso de Asturias y Otea publican un decálogo y guía para que el turismo de avistamiento de fauna sea siempre seguro

Un ejemplar de oso, en la Cordillera.

El oso pardo es una de las especies más emblemáticas de la cordillera Cantábrica, en especial de Asturias. Estos animales corrieron riesgo de extinción en las décadas pasadas, pero "gracias a las actuaciones de las administraciones, de numerosas entidades y organizaciones cívicas, unido al compromiso de los vecinos de las comarcas implicadas, se ha conseguido que hoy el futuro sea esperanzador, pese a que el peligro citado sigue presente", explica Nicanor Fernández, presidente de la Fundación Oso de Asturias (FOA).

Con ese contexto favorable, pero aún de riesgo, la Fundación Oso de Asturias, la Cámara de Comercio de Oviedo, Hostelería y Turismo de Asturias (Otea) y la Fundación Oso Pardo han presentado una guía didáctica y el decálogo dirigidos a los visitantes y turistas, que gira en torno a cómo practicar un 'Turismo responsable en territorios oseros'. Y más ahora, que han trascendido algunas presencias de osos en zonas pobladas con incluso algún ataque a vecinos de la zona. Algo, según los expertos, muy inusual.

Porque lo que está ocurriendo en Asturias con los osos es, según Nicanor Fernández, "un éxito en el que hay que seguir profundizando". Y eso implica enfocar políticas de información respecto a cómo el turismo se debe relacionar con la fauna asturiana, con el fin de "evitar encuentros fortuitos y saber como actuar en el caso de que estos se produzcan".

"Es un orgullo para todos. Se está dando la importancia que tiene a una especie que se nos iba de las manos", comentó Guillermo Palomero, de la Fundación Oso Pardo, quien habla de una población total de 350 osos en el territorio, y que están "en constante aumento año a año".

Desde las tres asociaciones trasladaron su total preocupación por "evitar comportamientos imprudentes", debido al aumento de ocio en las montañas asturianas. "No queremos turistas mochileros que no respeten la fauna. Necesitamos turistas que respeten el ecosistema y que sepan comportarse", reclama José Luis Almeida, presidente de Otea, que anuncia futuras actividades para la educación de los viajeros: "vamos a informar y educar a los turistas, especialmente a los niños, para encaminarnos hacia un turismo respetuoso y de calidad".

Consejos a seguir en zonas oseras

  1. Informarse sobre cómo están regulados los usos, respetar la señalización y caminar por las zonas autorizadas. Es ilegal, además de peligroso, acercarse a la fauna salvaje para su observación y fotografía.
  2. Los paseos deben realizarse de día y nunca solos, utilizando los caminos principales, haciéndose notar y sin entrar nunca en senderos marcados por la fauna. En caso de detectar huellos de oso no hay que seguirlas.
  3. Se deben respetar los pastos, cierres de fincas, el ganado, los perros de trabajo..., y, por supuesto, a todas las personas que viven en el territorio, así como sus labores.
  4. Nunca hay que dejar restos de comida ni basuras en el monte, ya que los osos y otros animales pueden aprender a relacionar la presencia humana con zonas de alimentación, lo que puede suponer un riesgo para la fauna y para las personas.
  5. Si se pasea con perros, es necesario llevarlos atados y en los espacios protegidos, es obligatorio, ya que además de poder molestar a la fauna silvestre o doméstica, si se encuentran con algún animal, pueden buscar refugio junto a sus dueños, y lo atraerán hacia ellos.


Qué hacer si te encuentras un oso cerca:

  • Cuando el animal no ha detectado a las personas, lo mejor es retirarse con tranquilidad, sin correr, ni ruidos o voces que le puedan alertar.
  • Si es el oso el que detecta a las personas, hay que hacerse notar sin perderle de vista, hablando alto y con seguridad, sin gritos y aspavientos, ni dirigirse hacia él. Si le facilitamos vías de escape, huirá.
  • Cuando se trata de una osa con crías, hay que dejar espacio para que las reúna y huya. Nunca hay que intentar acercarse.
  • Si observamos un osezno a corta distancia, nunca se debe intentar atrapar. Es posible que la madre no esté lejos y acuda a defenderlo.
  • Cuando un oso se alza sobre las patas traseras, lo hace para detectar mejor a las personas, en ningún caso debe considerarse una amenaza.
  • Si un oso está comiendo, hay que alejarse, ya que puede reaccionar de forma agresiva para defender su comida.
  • Cuando los osos caminan por una carretera o una pista transitable, hay que reducir la velocidad, o incluso parar y encender las luces de emergencia para que el animal entre con tranquilidad al monte.
  • En muy raras ocasiones un oso puede dirigirse a nosotros, a veces simulando a la carrera un "ataque" antes de dar la vuelta. Si por alguna razón llega a nuestra altura, debemos tumbarnos en posición fetal, protegiendo la nuca y la cabeza.


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