El consejero de Salud comparecía ayer en el parlamento autonómico para justificar las razones que llevan a ampliar dos semanas más las restricciones vigentes con la finalidad de minimizar los efectos de la quinta ola del covid. Unas medidas que mantienen su epicentro en el cierre del ocio nocturno y en la prohibición de la venta de alcohol en gasolineras desde las 10 de la noche hasta las seis de la mañana y que prorrogarán desde el martes 24 de agosto hasta el próximo seis de septiembre. Es decir, estas medidas que ya se aproximan a las cinco semanas desde su aprobación tendrán una duración añadida de dos más, en total siete semanas.

“Aún estamos lejos de la inmunidad de grupo. Ante el inicio del curso, es fundamental afrontarlo en las mejores condiciones desde el punto de vista epidemiológico”, defendió Pablo Fernández. “Debemos ser prudentes con nuevas medidas de desescalada, antes hay que consolidar las cifras favorables”, argumentó el titular de la cartera de Salud. “La precipitación no es buena consejera. Una mala decisión podría llevarnos a la casilla de salida, algo que no queremos después de casi 20 meses”, señaló Pablo Fernández, quien afirmó que su departamento trabaja “codo con codo” con la consejería de Educación para poner en marcha un plan de vigilancia y detección precoz de casos, en el que se podrá aprovechar, recalcó, la experiencia adquirida en el anterior curso escolar, el primero en el que fue preciso adaptar la vuelta a las aulas con el covid.