La Inspección del Ministerio de Trabajo considera una infracción grave el exceso de horas de los bomberos del servicio de extinción de incendios del Principado, correspondiente a los años 2019 y 2020. El exceso de horas extra, denunciado por el sindicato CSI, en el servicio de los Bomberos autonómicos no es una situación nueva: “Llevan dándonos la razón desde el año 2011, pero la situación no se corrige”, aseguró un delegado de la Corriente Sindical de Izquierdas.
La resolución de la inspección del Ministerio de Trabajo recoge que un numeroso grupo del servicio autonómico de bomberos “sobrepasó las 50 horas extra al año, previstas como límite en el convenio colectivo de la empresa Bomberos del Principado”, mientras que otro grupo, más reducido, excedió el límite máximo de 80 horas que establece el Estatuto de los Trabajadores. Las horas extra efectuadas se abonan en dinero siempre, ya que no se compensan con tiempos de descanso.
Además, la Inspección también constató que el sistema de turnos rotatorios de 24 horas existente en el SEPA convierte a los bomberos en trabajadores nocturnos, ya que realizan un tercio de su actividad en ese horario “de manera que, en su condición de trabajadores nocturnos, quedan afectados por la prohibición de la realización de horas extraordinarias”, que aparece en el Estatuto de los Trabajadores.
El informe de la Inspección de Trabajo concluye que las labores en que se produjeron esos excesos de horas “constituyen la normal actividad de estos trabajadores (...) de manera que las horas extraordinarias identificadas no pueden tener la consideración de horas extraordinarias de fuerza mayor” en los términos que exige el Estatuto de los Trabajadores. Estos incumplimientos son merecedores, según el Ministerio de Trabajo, de “infracciones administrativas graves en materia de relaciones laborales”, según concluye la resolución, a la que ha tenido acceso este periódico. El sindicato CSI sostiene que esta situación podría empezar a corregirse con la simplificación de categorías, de tal forma que los bomberos auxiliares pasaran a ser bomberos conductores, al tiempo que responsabiliza a la gerencia del SEPA de desoír las resoluciones tanto de la Inspección de Trabajo como de otros organismos que han advertido de esta anomalía, como fue el caso, por ejemplo, de la Sindicatura de Cuentas. “El hecho de que la mayoría del comité de empresa no lo denuncie no significa que no sea una ilegalidad”, sostiene la CSI, sindicato que, junto a CSIF, ha cuestionado repetidamente diversos incumplimientos en materia de seguridad laboral en Bomberos de Asturias.