Cuando se habla de la mujer rural, suele asociarse, sin saber muy bien por qué, con las abuelas. Posiblemente, por el recuerdo de la infancia, del calor del hogar nada más entrar por la puerta, el olor a pan recién hecho, a manteca recién mazada y al sabor de ambos con una “cucharadina” de azúcar. En el juego de cerrar los ojos, aún se pueden recordar aquellas sensaciones que pudieran ser para algunos lejanas.

Pero la mujer en el medio rural, es mucho más que tradición, afabilidad y buenos alimentos. Es hija y hermana, madre y abuela; aprendiz y luego maestra. Es veterinaria y practicante y trabajadora social y minera y chigrera e informática y estadista y dinamizadora del medio y traductora o empresaria… Pero sobre todo, es el pilar donde se sustenta tanto la familia como la comunidad donde se ubica. Mujeres con nombre propio. Trabajadoras por y para la sociedad.

Antes, su obligación era la de quedarse en casa y hacerse cargo de la familia, de las tierras, del ganado y del cuidado de los mayores. Ahora, la que decide quedarse o retornar al campo, es porque la tierra le ha entrado por los cinco sentidos. Se cambia el olor de gases por olor a puro estiércol, a plantas silvestres, a limpio. Actividad que cambia el sonido de claxon y sirenas por el silencio musical de la naturaleza. Campo que al tacto es recio y duro pero que otorga sus frutos a quienes los cultivan y cuidan. Gusto por obtener calidad de vida.

Las mujeres son clave para combatir la despoblación y son la piedra angular para devolver la vida y el dinamismo al territorio, pero aún es necesario apostar por el emprendimiento femenino, sobre todo el orientado a la mujer rural. En el Ayuntamiento de Quirós consideran que la integración de género en este entorno es un elemento estratégico, y por ello ha apoyado desde un principio las iniciativas empresariales de empresarias en cualquiera de sus sectores, así como las actuaciones reivindicativas y/o conmemorativas que se realizan en este municipio. No obstante, se debe trabajar en fijar población aprovechando la cercanía al centro de Asturias, de buscar la conciliación familiar por medio de las nuevas tecnologías y de los diversos programas existentes para el desarrollo del medio rural. Para este año, el Consistorio ha programado dos actos principales. A las 17 horas, arrancará en Pontonga un homenaje a Teresa Álvarez Valdés, abuela del concejo, en vísperas de su centésimo aniversario, junto con la joven Andrea Álvarez Bermejo, representando las nuevas generaciones de mujeres rurales. Y a las 17.30 horas, el Club de lectura de Bárzana, contará con la presencia de la escritora Dª Leticia Sánchez Ruiz, quien conversará con los presentes sobre los libros “Luciérnaga” y realizará una reflexión sobre el papel de los clubes de lectura como motor dinamizador de la mujer rural siempre lectora. El acto está abierto al público.